Berlín, cara y cruz Reportaje.pdf


Vista previa del archivo PDF berli-n-cara-y-cruz-reportaje.pdf


Página 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13

Vista previa de texto


Javier Castro Bugarín
3 de febrero de 2016

Grecia: El epicentro de la crisis
Ese éxito que supone la Unión Europea en general no puede entenderse sin su
dimensión económica, la misma que posteriormente degeneraría en una crisis que
obligaría a repensar y replantear los fundamentos del proyecto comunitario. De entre
todos los logros de la Unión, quizá haya uno que ciertamente haya destacado de manera
notable sobre el resto, no sólo a nivel continental, sino global: el euro. Una unión
monetaria de decenas de países gestionada por un organismo, el Banco Central
Europeo, al que los Estados cederían su gobernanza monetaria. Ya no se podría recurrir a
la devaluación monetaria en periodos de recesión para refrescar la competitividad. Todo
eso quedaba en manos del BCE.
Con todo, la evolución experimentada por las economías de la Eurozona antes del
estallido de la crisis no fue nada desdeñable. Los años 90 fueron periodos de verdadera
prosperidad para el conjunto de los Estados miembro, con o sin el euro. Cogiendo como
punto de partida la firma de Maastricht en 1992, nos encontramos con que, hasta el año
2008, países que sufrirían tantísimo la crisis como Grecia o España crecían a una media
del 3%, que otros como Irlanda verían triplicado su PIB, y que Alemania, desde el
Crecimiento medio del PIB per cápita interanual en % 1992-2008
Crecimiento medio del PIB interanual en % 1992-2008
14

comienzo a la cabeza
de la industria
europea, apenas
creció a una tasa

10,5

media interanual del
1,6% en el mismo

7

periodo. La entrada
en circulación de la

3,5

moneda única
ralentizó ese

0

crecimiento,
promoviendo a su
Alemania Francia España

Italia

Grecia Portugal

vez la regulación
fiscal, sobre todo en

economías como la italiana, fuertemente endeudadas en la década de los 90 con un ratio
PIB/deuda que rozaba el 100%.
En un principio, todo parecía indicar que los efectos de la crisis en Europa se limitarían a
aquellos países "contaminados" por los activos tóxicos que desencadenaron el desastre
en la banca de inversión estadounidense. No obstante, la realidad sería muy diferente, y
la crisis de deuda soberana no tardaría en aparecer.

Berlín, cara y cruz 2