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inicial de la deformidad superior a los 15° en la ortesis, y la presencia de inmadurez esquelética y un
mínimo de un año de crecimiento remanente33, 38.
Montgomery y Erwin25 revisaron el resultado del tratamiento mediante el empleo del corsé modificado
de Milwaukee, en un grupo de 39 pacientes con enfermedad de Scheuermann durante una media de 18
meses. La cifosis media antes del inicio del tratamiento era de 62° y al final del tratamiento de 41°. Un
seguimiento más prolongado puso en evidencia una pérdida media de 15° de corrección, por lo que la
mejora media final fue de 6°. El acuñamiento anterior medio del cuerpo vertebral pasó de 7,9° a 6,8° tras
el tratamiento.
Sachs et al. realizaron un estudio a largo plazo del resultado del tratamiento mediante el corsé de
Milwaukee, en un grupo inicial de 120 pacientes con enfermedad de Scheuermann37. El seguimiento
mínimo fue de al menos 5 años tras el final del tratamiento. Al final del seguimiento, el 63% (n=76) de los
pacientes mostraron una mejoría de la cifosis, el 17% (n=10) no experimentaron cambio alguno,
mientras que el 20% (n=24) presentaron un empeoramiento de la cifosis inicial (7 de los cuales fueron
sometidos a tratamiento quirúrgico). La mejoría media inicial total del grupo fue, sin embargo, seguida de
una pérdida gradual de la corrección. Al tener en cuenta la magnitud de la deformidad previa al
tratamiento, los pacientes con deformidades de entre 55° a 64° presentaron una mejoría media de 7° al
final del seguimiento, los pacientes con cifosis de entre 65° y 74°, demostraron una mejoría media de
13°, y los pacientes con cifosis superiores a los 74° mostraron una mejoría media de 19°. Los autores
señalan que el 30% de los pacientes con un cumplimiento demostrado del tratamiento sufrieron una
progresión de la cifosis después de completar el tratamiento.
Riddle et al.39 han publicado resultados comparables a los obtenidos con el corsé de Milwaukee
mediante el empleo de ortesis toracolumbosacra (OTLS) para la corrección de la hipercifosis torácica, al
añadir un punto de presión sobre el esternón como uno de los 3 puntos de presión de la OTLS. Veintidós
pacientes fueron incluidos en el estudio, y fueron seguidos hasta alcanzar la madurez esquelética. En el
73% (n=16) se pudo demostrar la ausencia de progresión o incluso mejoría de la cifosis, y el 27% (n=6)
restante evidenció un incremento medio de 9° en su cifosis al final del seguimiento. Riddle et al.
recomiendan un periodo mínimo de 16 meses de tratamiento antes de alcanzar la madurez esquelética,
para poder inducir la detención o mejoría de la deformidad.
La literatura no refleja la existencia de complicaciones médicas en aquellos estudios acerca del
tratamiento mediante ortesis en pacientes con enfermedad de Scheuermann. Sin embargo, no debieran
subestimarse las implicaciones psicológicas que puede tener el empleo diario de una ortesis en el
paciente adolescente3. A día de hoy, la información disponible no permite al facultativo realizar una
predicción acerca de la mejoría, prevención de la progresión o empeoramiento de la deformidad tras el
tratamiento mediante ortesis en ningún paciente11.
Tratamiento quirúrgico
El establecimiento de indicaciones quirúrgicas es fuente de continua controversia debido a la escasa
evidencia disponible con relación a la historia natural de la enfermedad. Tampoco existe información
suficiente en la literatura actual acerca de los resultados a largo plazo del tratamiento quirurgo. El
tratamiento quirúrgico debe ser considerado en la presencia de deformidad grave y progresiva (por
encima de los 70°), y especialmente si el paciente está aun en etapa de crecimiento y presenta además
preocupaciones de carácter estético; tras la incapacidad del tratamiento mediante ortesis para controlar
la progresión de la hipercifosis; ante la presencia de dolor incapacitante resistente a tratamiento
conservador durante al menos 6 meses; o compromiso neurológico por compresión medular en el ápex
de la cifosis5, 7, 15, 32, 40, 41, 42.
La decisión de optar por el tratamiento quirúrgico se debe basar en primer lugar en la gravedad de la
sintomatología, y en la percepción de la propia imagen del paciente y su preocupación estética en
relación con el rechazo de su deformidad, y en segundo lugar en la magnitud de la hipercifosis. La
cirugía produce una mejora estética del paciente y esto suele ser un factor predominante durante la
toma de decisiones por parte de adolescentes y sus familiares. Los riesgos asociados al tratamiento
quirúrgico y las posibles complicaciones derivadas de este debieran ser explicados de antemano y
discutidos con el paciente y sus familiares. El cirujano debe además evaluar su capacidad para
proporcionar una corrección óptima de la deformidad y al mismo tiempo evitar la aparición de
complicaciones7.
Principios biomecánicos para la corrección de la cifosis
Con el desarrollo de la curva de hipercifosis, la columna vertebral anterior sufre un acortamiento gradual
en relación con la columna posterior, y la médula espinal ha de ajustarse a la diferencia de longitud entre
las dos columnas. Con la progresión de la deformidad, la médula va quedando gradualmente
comprimida a nivel del ápex de la hipercifosis. La corrección de la hipercifosis va a producir un repentino
estiramiento de la columna anterior, lo que implica un riesgo de compromiso neurológico debido al
repentino estiramiento de la médula espinal, incluyendo el riesgo de paraplejía (por compresión axial
local por la formación de un bucle). Es necesario, por lo tanto, realizar un acortamiento de la columna
posterior mediante múltiples osteotomías segmentarias a nivel del ápex de la hipercifosis, para
conseguir una corrección equilibrada entre las columnas anterior y posterior y evitar así el estiramiento
de la médula espinal7. Este sencillo principio biomecánico apenas se encuentra recogido en la literatura
relevante. Sin embargo, es esencial para la corrección quirúrgica de la enfermedad de Scheuermann en
términos de seguridad y menor riesgo neurológico.
Técnicas quirúrgicas
La literatura recoge la existencia de estudios con resultados satisfactorios tanto con el empleo del
abordaje posterior único (artrodesis posterior instrumentada), como con el empleo del doble abordaje
con liberación y artrodesis anterior más artrodesis posterior instrumentada17, 32, 43. Las actuales
controversias incluyen la necesidad de añadir una liberación anterior en comparación con el abordaje
posterior único, la selección de los niveles óptimos superior e inferior en la artrodesis instrumentada, el
empleo de instrumentación híbrida en lugar de tornillos transpediculares únicamente, así como cuál es el
tipo de acortamiento de la columna posterior que se debe de emplear44, 45, 46, 47, 48, 49, 50, 51 (Tabla 1).
Tabla 1. Resumen de los series publicadas en el tratamiento quirúrgico de la enfermedad de
Scheuermann

http://www.elsevier.es/es-revista-revista-espanola-cirugia-orto…onceptos-actuales-sobre-enfermedad-scheuermann-90157188

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