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DISCOS Y OTRAS PASTAS
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AÑO 8 NÚMERO 60

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EDICIÓN DIGITAL

AGOSTO 2014

Nuevos discos de Echo & The Bunnymen y Manic Street Preachers

METEORITOS Y FUTUROLOGÍA

“El futuro llegó hace rato”, rezaba un hit redondo de la segunda
mitad de los ochenta. Sin embargo, la constante referencia al

“El futuro llegó hace rato”, rezaba un hit redondo
de la segunda mitad de los ochenta. Sin
embargo, la constante referencia al pasado, al
menos en la repetición que el rock del siglo XXI
propone, aún provoca la absurda nostalgia de los
tiempos por venir. Para quienes gozaron de los
originales es difícil conformarse con la copia.
Proverbio que parece aplicar sin excepciones a
todas las formas de arte. Nada hace pensar, si
seguimos teorizando acerca de la actualidad
musical, que las influencias hayan sido
superadas por los influenciados. La historia
reciente está plagada de retornos fallidos,
segundas partes que lo arruinaron todo e intentos
forzados para prolongar lo perecedero. Muchas
veces la añoranza nos nubla la vista, cuando no
nos provoca alguna sublevación auditiva.
El rock británico no escapa a las generales de la
ley. Sin embargo, Echo & the Bunnymen
(E&TB) y Manic Street Preachers (MSP) son
dos buenos contraejemplos de una regla que
como un conjuro se recicla para confinar a los
artistas a los límites de la década que los vio
brillar.

Nacidos en el ocaso de los setenta pero
acunados en el lado más oscuro de los ochenta,
los E&TB fueron aclamados por el público y la
crítica, sobrevivieron a la muerte de un
integrante, pelearon, se disolvieron, tuvieron
aventuras solistas y regresaron con estudiada
modestia. Los MSP, rara avis de una generación
dominada por la fiebre Brit Pop, son el prototipo
de la perseverancia. A estos galeses anticíclicos
y atemporales el destino les arrebató una pieza
fundamental: Richey James, su guitarrista y
letrista. Un cruzado de la autenticidad visceral
que cinceló su credo en carne viva y hoy lleva
casi veinte años desaparecido. La pérdida no los
amedrentó.
Desde su regreso al ruedo, el duo McCulloch –
Sergeant (eso fue, es y será Echo & The
Bunnymen pese a sus aditivos), venía siendo
tratado con el respeto debido a los próceres.
Meteorities (2014) parece haber trocado las
reverencias protocolares por sincera admiración,
y si bien muchos creen descubrir en este álbum
el mejor reflejo de su obra magna (Ocean Rain,

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