TEXTO 1.8. Mary Wollstonecraft y Vindicación de los Derechos de la Mujer. Rosa Cobo.pdf


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Rosa Cobo Bedia

trascendiéndose, es decir buscando explicaciones sociales a sus experiencias
privadas3. Y eso es precisamente uno de los rasgos fundacionales del feminismo: sacar
de lo privado a lo público aquellas situaciones íntimas y personales de las mujeres
que las sitúan en una situación de subordinación. Quizá por eso Wollstonecraft en la
“introducción” a Vindicación de los derechos de la mujer escribirá “…abogo por mi sexo
y no por mí misma”4. Las reflexiones de Mary están llenas de la verdad y la fuerza que
nacen de la ‘experiencia vivida’.
La obra de Mary Wollstonecraft es la obra de una pensadora ilustrada que
asume apasionadamente los principios teóricos, éticos y políticos del racionalismo
ilustrado: razón, universalidad, virtud o igualdad son el lenguaje conceptual a partir
del que ella levanta el edificio de su discurso intelectual y político. Wollstonecraft
que siempre admiró intelectualmente a Rousseau, hizo la misma operación que había
hecho aquel cuando ante la sorpresa generalizada de la aristocracia y de la burguesía
francesa declarara en el discurso sobre el origen y fundamento de la desigualdad
entre los hombres que la desigualdad política y económica es una construcción social,
artificial por ello mismo, ajena a Dios y a la naturaleza, y resultado de una funesta
cadena de azares, todos ellos arraigados en el interés de unos pocos, aunque en
última instancia responsabilidad colectiva de los hombres. Con argumentos similares,
Wollstonecraft descubrirá otra desigualdad tan funesta como la anterior, pero más
difícil de desmontar, que es la desigualdad entre los sexos. Dicho con palabras más
actuales, la pensadora inglesa, y el feminismo ilustrado, descubrirán el género como
una construcción normativa muy coactiva para las mujeres y por ello mismo como una
fuente inagotable de desigualdad. Y esta desigualdad tendrá la misma característica
que descubriera Rousseau, es una desigualdad social, histórica, artificial y ajena a Dios
y a la naturaleza. Es un hecho social que no tiene su origen en la naturaleza y que por
ello mismo se debe irracionalizar. A esta tarea fundacional consagrará Wollstonecraft
su vida y pondrá las bases intelectuales y políticas del feminismo.
La autora inglesa nace en 1759 en Inglaterra en el seno de una familia de clase
media. La familia de Mary es una representación perfecta del microcosmos de la
sociedad patriarcal del siglo XVIII, con algunas características añadidas: un padre
bronco y alcohólico que dilapida el patrimonio familiar, una madre subordinada y
maltratada por el padre y unas relaciones familiares teñidas por la violencia paterna.
Wollstonecraft se ve irremediablemente abocada al trabajo como dama de compañía
cuando apenas ha cumplido 18 años. Posteriormente trabajará como maestra para
señoritas establecidas y como institutriz de una familia aristocrática. La vida entera de
la autora británica es una apelación personal a la autonomía de criterio y de juicio y a
la independencia económica: “Desde hace tiempo he considerado la independencia
como la gran bendición de la vida, la base de toda virtud; y siempre la alcanzaré
reduciendo mis necesidades, aunque tenga que vivir de una tierra estéril” 5.

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5

BURDIEL, ISABEL, op.cit.; p.28.
WOLLSTONECRAFT, MARY, Vindicación de los derechos de la mujer, p. 100.
Ibídem ; p. 100.

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