Felipe J. Muslera La Locura y la Imaginación, villanos de nuestra era.pdf


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“La locura y la imaginación, villanos de
nuestra era” - Felipe J. Muslera

INTRODUCCIÓN
Por si el título no era suficiente, recordemos que en ésta presentación, serán
tratados dos temas: la imaginación y la locura.
La amplitud que pueden abarcar estas temáticas (y la extensión del debate que
pueden conllevar, aun así sin llegar a conclusión alguna) son precisamente los
motivos de mi elección, y mi orientación a su análisis dentro de los marcos
“morales” de nuestra sociedad.
¿Qué es la “locura”? ¿Qué la define? ¿Qué nos motiva (como individuos, pero
principalmente como sociedad) a intentar constantemente aislarla, asignarla,
utilizarla como justificación, aprovecharla, culparla, y hasta atribuirle voluntad y
ánimo propios?
¿Cuáles son los límites positivo-negativos de la imaginación? ¿Por qué
existen imaginaciones productivas (invenciones, desarrollo tecnológico,
investigación) e imaginaciones “improductivas” (utopías sociales, filosofía, arte,
paranoia)? ¿Por qué es “infantil” ser imaginativo y “mejor tener los pies sobre la
tierra”?

Más arriba subrayé la palabra conclusión, porque la considero central en éste
aspecto. El intento constante de “llegar a una conclusión”, es decir, “añadir cierto
conocimiento a la lista (catálogo) de conocimientos acumulados de la sociedad
cientificista”, lleva muchas veces a tildar de loco, soñador, paranoico, y otros
tantos adjetivos “calificativos” que, en dicha sociedad, tienen una connotación
ciertamente negativa, pues atenta contra los cimientos de este cientificismo: el fijar
lugares comunes de acuerdo y bases de conocimiento sobre las que todos puedan
trabajar, es decir: ya no cuestionar, sino aceptar ciertas cosas que son “verdades
universales”, aunque sean verdades fabricadas, plantadas, y financiadas por esta
concepción, en su lucha por imponerse. Cierto es que muchos de ellos podrían
llamarme loco, soñador, paranoico, y tanto en su concepción, como en la mía,
sería correcto. Simplemente la connotación de esas palabras es, para mí, un tanto
diferente.

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