CANDIDATOS IGNORAN BURBUJA INMOBILIARIA.pdf


Vista previa del archivo PDF candidatos-ignoran-burbuja-inmobiliaria.pdf


Página 1 2 3 4 5 6 7 8 9

Vista previa de texto


¿CANDIDATOS PRESIDENCIALES IGNORAN POSIBLE
BURBUJA INMOBILIARIA?
Por: José Alfredo Moncayo Arenas
Bogotá D.C., Junio 1 de 2014

Como históricamente está demostrado, una burbuja inmobiliaria lleva a deterioros en
carteras bancarias, recesión, desempleo y devastadoras consecuencias en la
economía de los hogares más vulnerables y con alto endeudamiento hipotecario.
La burbuja significa un fuerte y continuo aumento en el precio de un activo,
estimulando la demanda de compradores y especuladores por las expectativas de
nuevas alzas, pero finalmente esas expectativas cambian y comienza
irremediablemente una caída abrupta de los precios del activo.
Los precios actuales de los activos inmobiliarios en algunas ciudades de Colombia,
claramente están lejos del precio de sus fundamentales, impulsados por expectativas
alcistas y la especulación de quienes hacen su agosto en estas coyunturas,
situándose peligrosamente en niveles inalcanzables para la población de ingresos
medios del país.
Cuando se desintegra una burbuja inmobiliaria, las consecuencias para el empleo y la
producción son desastrosas, ya que la construcción influye sobre el comportamiento
económico de otros importantes sectores industriales que le proporcionan insumos,
como son las industrias del cemento, acero, madera, vidrios, materiales eléctricos,
tuberías, energía, entre otras, e, igualmente, para los sectores que abastecen a los
compradores de los nuevos inmuebles, como son la industria de muebles,
electrodomésticos, artículos de decoración, lámparas, cortinas y muchas más
actividades que se benefician del crecimiento del sector de la construcción
inmobiliaria.
Ahora bien, la última crisis económica que sufrió Colombia hacia finales de la década
de los años 90, nos recuerda que los problemas se complican cuando existen
desequilibrios macroeconómicos estructurales, porque limitan las posibilidades de
actuación del Estado, en esa coyuntura en particular, la crisis asiática y la moratoria
rusa de agosto de 1998, originó en 1999 el cierre de los créditos internacionales que
debió enfrentar el país, con un déficit de la cuenta corriente de la Balanza de Pagos1,
ocasionando una importante reducción en la inversión y el consumo internos, situación
que se hizo más dramática con la presencia de una burbuja inmobiliaria con
incrementos en precios muy distantes de la realidad de los ingresos medios de nuestra
población, explicándose así una fuerte contracción del Producto Interno Bruto (PIB)
superior al 4% en el año 1999.
No olvidemos que al comenzar la década de los 90, los hallazgos de petróleo y una
importante entrada de capitales, llevaron a la revaluación del peso colombiano,
situaciones que junto con un incremento desbordado del gasto público, originaron
difíciles desequilibrios macroeconómicos. En este orden de ideas, la carencia de

                                                                                                               
1

http://www.banrep.gov.co/balanza-pagos

“La balanza de pagos de Colombia registra los flujos reales y financieros que el país intercambia con el
resto de las economías del mundo. Presenta dos grandes cuentas: Cuenta corriente y cuenta financiera.
La cuenta corriente contabiliza nuestras exportaciones e importaciones de bienes y servicios, los ingresos
y egresos por renta de los factores y por transferencias corrientes. La cuenta financiera registra los flujos
de capital relacionados con inversiones directas y de cartera, préstamos, créditos comerciales, reservas
internacionales y otros movimientos financieros.”