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Pablo quería ser santo. Ese era su
propósito desde niño. Siempre había
imaginado una estampita con su perfil y
un halo dorado rodeándolo. Un niño junto
a su madre rezándole...jamás pensó
cruzarse con la Patty y sus ganas de vivir...
Por la noche, luego de la pega. Luego de
sus quehaceres domésticos. Luego de
acostar a sus niños. Luego, cuando estaba
solo y tranquilo. Luego, después de alejar
la rabia y la pena, tan sólo saco los fósforos
y tomó una vela del mueble. Luego, a la
luz de la vela, sacó la foto de su
padre...detenido desaparecido. Lo recordó
y sintió nuevamente sus abrazos.
Como cada mañana, el Guille pasaba por
su cañita de tintolio. Atrás quedaron los
años donde enseñaba en el Liceo A-115,
atrás quedaron los días en que lo
esperaban con la comida calientita, atrás
quedaron los abrazos de su hijo.
Los sueños cobraron vida, justo en el
momento en que abrió aquel libro.
Benditos aquellos que se saben amados!
Predicaba don Julio en la esquina de su
calle. Por audiencia, un perro y un
borrachín.

Con tan sólo un micrófono y un
amplificador, escupía su copla con rabia
acumulada.
Hoy era su primer día de trabajo. Se calzó
su terno, el mismo que guardaba de su
matrimonio. Llenó su maletín de
esperanzas y dejó en casa bajo siete llaves,
su rosario de chuchadas.
Paula y María caminan de la mano por el
forestal. Paso a paso, dejan atrás sus
temores. A la sombra del árbol frondoso
del lugar, sellan aquel sentimiento con un
beso. A lo lejos se oyen los bocinazos y
el tráfico.
Oía como se rajaba el cuero, sentía el
hedor de animal cerca de su rostro, miraba
aterrorizado esos ojos llenos de ira, la hoja
afilada se llevaba su choreza y valentía.
Tensó su cuello, aumentaron sus
pulsaciones, el sudor comenzó a hacerse
de su cuerpo. Una terrible batalla sucedía
en su pecho, levantó su rostro y sus ojos
buscaron. Por último aspiró
profundo...perdón...cayó su orgullo a sus
pies.

Mientras juraba a su bandera pensó...mi
vida por los míos, no por un trozo de tela,
ni por un país que me ignora desde mi
nacimiento.

Sin canción combativa, es fome inmolarse.

Lucía lo estaba pasando genial, el sexo
casual era algo nuevo para ella. Se sentía
más mujer y más libre. Justo en el
momento en que tenía su orgasmo, sintió
una punzada de dolor. Era un dolor
indescriptible. Sintió como se rompía el
corazón de su marido.

Desde pequeño se supo distinto, milagroso.
Jesús, lo bautizó su madre. Su padre, de
oficio carpintero...4:30 A.m. y comienza
su jornada. A las 5:30 de la madrugada su
milagro se hace realidad, de blanco
uniforme, multiplica panes. La panadería
abrirá luego, los fieles hacen fila.

Todo comenzó el día aquel, en que la plaza
dejó de reunirnos.