Wilhelm Reich Carlos Frigola & Gerard Ponthieu (1979).pdf


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En la actualidad nadie puede comenzar a pensar, sentir u obrar
sino desde el punto de partida de su propia alienación
Ronald D. Laing

Cronología
1897. El 24 de marzo, nace Wilhelm Reich en Dobrzcynica, en este lugar de la Galitcia que
pertenecía por aquel entonces al imperio austríaco y hoy adherida a Polonia. La familia
paterna es de origen judío (algún antepasado fue un célebre rabino), pero su padre León
no es creyente. En la familia sólo se habla alemán, sin educación religiosa ni tan sólo
judía (Freud, Reich, los judíos y las religiones).
La madre es Cecilia Roniger, originaria de esta región de Austria, incorporada hoy a
Rumania. Después del nacimiento de Wilhelm, la familia emigra a la parte ucraniana de
Austria-Hungría, en Juzinetz. Es una familia acomodada, tanto por el lado paterno como
por el materno, se los encuentra como diputados en el parlamento austríaco y miembros
de profesiones liberales. Su nueva casa de campo es una vasta explotación de ganado
bovino. León Reich tiene un contrato con el gobierno alemán para el aprovisionamiento
de carne al ejército. Su comportamiento es tan dominante con sus obreros agrícolas
como con su mujer y sus hijos. Su mujer permanece en la sombra, de personalidad
oscura y poco inteligente. Wilhelm no tiene amigos de infancia, él mismo ha dicho a
menudo que estaba abandonado, sin compañeros de juego, ya que no se le permitía
relacionarse, ni con los pequeños campesinos ucranianos, ni con los niños de lengua
yiddish de las familias vecinas. Lo que no hace que intime con su hermano menor,
Robert, del que no hablará prácticamente nunca durante su vida: al nacer Robert pronto
se desinteresa de él ya que esperaba una niña. Debido a ello estaban siempre en competición, disputándose el primer lugar en el corazón de su madre, como cazadores o
jinetes. Wilhelm es particularmente turbulento, y tanto Robert como él comparten la
misma propensión a los accesos violentos de cólera: «¡Actúas como padre!» es el
reproche favorito que se envían mutuamente. Wilhelm idolatra a su madre durante toda
su vida. Con su padre aprende el manejo del fusil, pero en adelante la idea de matar por
placer le horroriza. En La muerte de Cristo (1953) ilustra la impotencia total de la vida
frente a la «bestialidad humana» con esta imagen: «La mirada de un ciervo moribundo
dirigiendo por última vez los ojos sobre su asesino, resume inmejorablemente la
situación emocional pestilente». Ya no desea más tirar al blanco ni tener un arma en sus
manos: «No golpeo a los niños, no voy de pesca, no mato a los cabritillos o conejos.
Pero soy un tirador prestigioso y casi siempre doy en el blanco» escribirá en Escucha
hombrecito.
El joven Willy, así es su sobrenombre, estudia en la casa familiar con dos preceptores
particulares que lo preparan para entrar en el instituto alemán de Czenowitz, a la edad
de 14 años. Entonces sufre el mayor trauma de su infancia: el suicidio de su madre.
Según Ilse Ollendorf, fue el suceso que más influyó en su vida, y además: No es de
extrañar que Reich haya influido en la muerte de su madre haciendo notar a su padre las
relaciones íntimas entre ella y uno de sus maestros. Si no pudo llevar a término su
psicoanálisis es muy probable que fuera debido a causa de este fracaso. (La sexualidad
de Reich).
1914. León Reich, agobiado por la muerte de su mujer, desistiendo del suicidio por la sola idea
de dejar solos a sus hijos, muere de una pulmonía suicida que evoluciona en tuberculosis
(testimonio de Ottie Heifetz). Reich reemplaza a su padre en el trabajo y a la vez
prosigue sus estudios. De los años de infancia en la granja conservará una viva
nostalgia; tenía toda la razón de guardar en el recuerdo a las hermosas jóvenes
ucranianas que lo rodeaban (La sexualidad de Reich). Recordará también las canciones
populares y las danzas campesinas en las que participaba. Conoció en esta época una
vida bucólica cercana a la naturaleza; evocará a menudo los perfumes del campo, del
heno, de las cosechas.

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