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HISTORIAS DE IDA Y VUELTA
EMPEZANDO DE NUEVO 1975
DEL SUR AL NORTE
NUEVO TRABAJO, NUEVO COLEGIO, NUEVAS AMISTADES, NUEVA
CIUDAD.
Ellas
Dos mujeres adultas de unos 30 años con sus
criaturas, la mayor de ocho años y la menor
de 6 meses, viajando solas por el país para
reunirse
con
sus
maridos
y
empezar
una
nueva vida que les aportara mejoras en su
El viaje hacia una nueva etapa en la vida de
situación.
estas
mujeres
Abandonadas
fue
durante
muy
accidentado.
horas
en
varios
aeropuertos por los que tuvieron que pasar, sin
comida ni información. Hasta que las llamaban
para pasar la aduana.
LA ADUANA
EL VIAJE
El señor de uniforme que se encarga del paso de
las personas por la frontera revisa los equipajes.
La ropa vuela por toda la mesa, pantalones,
camisas, pijamas, bragas, de todo.
Señora le dice a una de las mujeres, abra la
maleta
¡YA!
Mi madre no oye. Otra de las niñas le señala
a su madre lo que tiene que hacer.
Y qué tiene que ver eso para que abra las
maletas (el policía fronterizo).
Cuando acaba les ordena que recojan todo y
pide que les enseñe las autorizaciones para
viajar, porque en esa época las mujeres no
Por fin ya habían acabado el mal trago,
cogerían el avión y en unas horas se reuniría
la familia después de muchos meses de
podían viajar libremente sin un permiso del
marido o un tutor, daba igual la edad, si eran
solteras, casadas,viudas…
separación, las niñas podrían ver de nuevo a
su padre y comenzar de nuevo. Pero...
El avión no llegó a su destino, tuvieron que
hacer el resto del viaje en diferentes medios
como autobuses y tren, y cada vez que
entraban en una provincia se repetía la
escena de la aduana, un funcionario
malhumorado ejerciendo su autoridad sobre
unas mujeres que viajaban solas con sus
hijas.
En esos años España era un país de emigrantes, se iban a otros países, o a otras
provincias en busca de una vida mejor. Canarias estaba muy muy lejos para el resto del
país, incluso tenían que pasar una frontera. En el colegio durante mucho tiempo fueron
consideradas extranjeras y en el barrio donde vivían, cuando contaban cosas de su
antigua casa creían que hablaban de algún lugar inventado.