LA DESUNIÓN DE LAS PROVINCIAS.pdf


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Las reformas rivadavianas
Luego de la disgregación de las provincias, Buenos Aires, decidió “aislarse” de las demás provincias.
Permaneció bajo la gobernación de Martín Rodríguez, y como ministro de gobierno, Bernardino Rivadavia.
Impulsaron una serie de medidas con el objetivo de modernizar la política y reordenar la sociedad de la
provincia.
- Reformas económicas: se impulsó la expansión ganadera y de la frontera en las zonas rurales de la provincia,
para tratar de incorporar nuevas tierras a la producción.
- Reformas en la administración judicial: se establecieron dos instancias judiciales, la primera ejercida en la
ciudad, y tres en el ámbito rural. Y para garantizar la seguridad, se estableció el Departamento de Policia.
- Reformas políticas: Suprimió los dos cabildos (de Buenos Aires y Luján) y creó una Junta de Representantes,
como Poder Legislativo. Para la elección de representantes, se estableció el sufragio universal masculino:
todos los hombres mayores de edad y de cualquier clase social, podían votar.

El Congreso General Constituyente
En 1824, se impulsó la convocatoria a un nuevo Congreso Constituyente: se reunirían representantes de todas
las provincias. Tenía como objetivo la organización del país, pero el llamado era por cuestiones del momento:
debido a que la Banda Oriental había sido incorporada al imperio del Brasil (1825). También, porque Buenos
Aires estaba realizando tratados y préstamos comerciales con Gran Bretaña, pero como condición,
reclamaban la existencia de un gobierno central.
Se sancionó una constitución de carácter unitario: es que los diputados fueron elegidos por las provincias en
número proporcional a la población de cada una, por lo cual, Buenos Aires siempre tendría mayor
representación. Tuvo repercusiones inmediatas en las provincias y dentro del federalismo (liderado por
Dorrego), que la rechazaron, sobre todo la ley de presidencia que había sido aceptada sin la aprobación de las
demás provincias. Es así que el Congreso dictó la Ley Fundamental en donde se reconocía el estado de
independencia de las provincias y sus instituciones hasta que se sancione de nuevo una Constitución.
También, el Congreso sancionó una serie de leyes que generaron controversias y contribuyó al
enfrentamiento entre unitarios y federales. Entre ellas, estaba la que establecía que los gobernadores
provinciales serían elegidos por el presidente.
El poder de Rivadavia se debilitó aún más cando su enviado a firmar la paz con el Brasil aceptó entregar la
banda oriental a su país.