La princesa ha vuelto.pdf
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Asi anduviste dama hermosa,
continuaste caminando en la vereda,
el viaje de aquella valiente princesa
que salió de su castillo,
desafiando con coraje todo reto,
con la lluvia muchas veces en tu cara,
enfrentando fuerte los airosos vientos
que soplaban sigilosos,
confundiendo la risita
que a tus labios se asomaba,
muchas veces,
y otras veces, silenciosos quejidos
que con total valentía
y fuerza resistías,
porque nadie
ni nada te movía
siempre firme...
Enjugaste tus tristezas
y alegrías,
escondiendo tus temores
tras aquel aroma de perfume,
tras aquellas
delicadas joyas
que tanto te gustaban,
y que no lucían
totalmente con su brillo
aún llamándose preciosas,
pues tú mujer, tan bella,
con tu realeza
podías opacar cualquier destello.