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Modelo Argentino para el Proyecto Nacional

Modelo Argentino para el Proyecto Nacional
Parte II
Segunda Parte
Desarrollo

1. “La Comunidad Organizada”

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Marzo de 2006

En el Modelo Argentino, nuestra sociedad futura debe responder, con
absoluta plenitud, al concepto de Comunidad Organizada.
Pero esta organización no puede entenderse como la construcción de
una máquina fría, rígidamente trabada, donde los mecanismos de poder
nublen la conciencia del hombre y lo conviertan en un engranaje despojado y vencido.
El hombre es principio y fin de la Comunidad Organizada, por lo que no
puede haber realización histórica que avasalle la libertad de su espíritu. No
hay organización posible si el hombre es aniquilado por un aparato externo
a su propia existencia.
La Comunidad Organizada no es, por lo tanto, una comunidad mecanizada donde la conciencia individual se diluye en una estructura que no
puede más que sentir como ajena.
Pero tampoco estoy predicando un desencadenamiento de individualismo
como modo de vida, en el que la competencia feroz transforme al hombre en
un lobo para sus semejantes. La solución ideal debe eludir ambos peligros: un
colectivismo asfixiante y un individualismo deshumanizado.
Nuestra comunidad sólo puede realizarse en la medida en que se realice
cada uno de los ciudadanos que la integran.
Pero “integrar” significa para nosotros “integrarse”, y la condición elemental de la integración del ciudadano en la comunidad es que la sienta
como propia, que viva en la convicción libre de que no hay diferencia entre
sus principios individuales y los que alienta su Patria.
Esto sólo es posible si la comunidad defiende auténticamente los más
altos intereses del espíritu humano. De lo contrario, el necesario equilibrio
entre el hombre y la comunidad se destruye irreparablemente. El carácter
de “organizada” de la comunidad que nuestro Modelo defiende, alude simplemente a ese equilibrio, a esa básica armonía que justifica y da sentido a
la existencia.
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