Carta a la Policía Municipal de Santoña 18 6 2019.pdf


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Antonio Ayllón Amorós, dni 2019222m.

18-6-2019

A la atención del responsable de la Policía Municipal de Santoña, Cantabria.
Por la presente me dirijo a Ud. para resaltar la actuación de uno de sus agentes y exigir de usted una
respuesta acorde con la gravedad de los hechos acaecidos en su comisaría el día 19 de mayo de
2018.
Tal día este ciudadano ha entrado en la comisaría de Policía Municipal de Santoña para comunicar a
los agentes que quien escribe y otro testigo acabábamos de pillar al sr. director de la Casa de
Cultura de Santoña, Rafael Palacio (sr. que se embolsa unos 4.000 e mensuales procedentes de los
bolsillos de los ciudadanos), realizando excavaciones con un detector de metales y una pala en el
Monte Brusco-Mijedo, en terreno con un alto valor arqueológico situado entre las poblaciones de
Noja y Santoña. Eso hice, nada más, comunicarles a sus agentes unos hechos que la ley considera
graves. Los agentes decentes que estaban ese día en la oficina podrán confirmárselo, pero uno de
ellos se está dedicando a testificar en falso contra mí, logrando que las consecuencias para mi sean
tremendas y logrando perpetuar una injusticia. El expoliador está protegido y el testigo machacado.
Esto no puede seguir así y no va a seguir así.
Este señor, Rafael Palacio, y su acompañante realizaron una veintena de agujeros, extrayendo
materiales arqueológicos que son de propiedad pública, no le pertenecen a él pese a estar
políticamente protegido y arropado. Este señor no contaba con el preceptivo permiso de Servicio de
Patrimonio-Consejería de Educación, Cultura y Deporte, lo cual puede verificarse. El sr. arqueólogo
del Servicio de Patrimonio, Eduardo Palacio, confirmó que dicho director de Casa de Cultura de
Santoña no contaba con ninguna clase de permiso para realizar esas excavaciones, es decir, estaba
expoliando patrimonio cultural cántabro. Cabe aclarar que dichas excavaciones en ningún caso
tenían el aspecto de una intervención profesional y legal. Lo que el otro testigo y yo nos
encontramos es a dos señores furtivos (uno de ellos, como digo, Rafael Palacio Ramos), muy
ajetreados desplazándose de agujero a agujero, extrayendo de cada hoyo realizado por ellos los
materiales arqueológicos de dominio público que estos señores estaban buscando. Los hechos han
sido verificados y denunciados por la Guardia Civil. Los agentes de Seprona nos tomaron
declaración tanto al otro testigo, como a mi. Ambos nos reafirmamos en lo que vimos con los ojos
durante minutos: a dos señores con visera roja expoliando, con pala y detectores de metales,