Guía Aves y Naturaleza 2017.pdf


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La observación y la fotografía de las aves silvestres y de otros especies de nuestra fauna, como mamíferos, anfibios,
reptiles, mariposas, libélulas, se han convertido en actividades que implican a un número muy considerable
y creciente de personas. Cada año miles de aficionados planean sus viajes y vacaciones en función de este
interés o tratan de acomodarlos para hacerle un hueco en ellos, dando lugar a un tipo de turismo que se
ha dado en llamar “de observación”. Por otro lado, estas actividades tienen un enorme valor en el campo
de la educación ambiental y también en el estudio y conservación del medio ambiente, mediante lo
conocida como “ciencia ciudadana”.
La privilegiada ubicación geográfica de la ciudad de Zamora, la convierte en un punto muy atractivo
para los amantes de la observación, estudio o fotografía de las aves y de la fauna en general. Se
halla situada en el cuadrante noroeste de la Península Ibérica, a orillas del río Duero y a unos 50
km de la frontera con Portugal, en una confluencia de comarcas naturales bien diferenciadas, lo
que dota a su entorno de una notable variedad de ambientes y una rica biodiversidad. En sus
proximidades encontramos los parques naturales de “Arribes del Duero” y “Douro Internacional”
y la reserva natural “Lagunas de Villafáfila”, así como zonas de especial protección de aves (ZEPA)
como las de “Cañones del Duero”, “Llanuras del Guareña” y “Tierra del Pan”.
Esta diversidad de medios incluye extensas áreas de matorral y monte mediterráneos, “estepas”
cerealistas, mosaicos agropecuarios, bosques de ribera, cañones fluviales e importantes
humedales como las lagunas de Villafáfila o el embalse de Ricobayo. En ellos encontramos
importantes poblaciones de aves esteparias, como la avutarda y la ortega y rupícolas, como
el alimoche y la cigüeña negra, además de ardeidas, como el avetorillo y el martinete, y una
variadísima y muy nutrida comunidad de aves rapaces.
También son verdaderamente destacables sus poblaciones de mamíferos, anfibios y reptiles,
entre los que destacan las dos especies ibéricas de galápagos, el europeo y el leproso. Esta gran
riqueza de fauna se combina con la presencia de un paisaje variopinto y atractivo, con espléndidas
floraciones primaverales, y con las grandes facilidades para la movilidad que otorgan su relieve suave
y el acceso libre de que goza la mayor parte de su territorio.
La propia ciudad de Zamora dispone en su mismo núcleo urbano de excelentes espacios naturales, como
el bosque de Valorio y las riberas del río Duero, donde encontrar gran número de aves, reptiles o mariposas,
sin tener que desplazarse, por lo que constituye un lugar ideal para la práctica del urban birding o pajareo
urbano, una modalidad que cada vez tiene más seguidores en todo el planeta.