El régimen español de autónomos: la gran
estafa legal del Estado.
Vivimos en un país en donde para trabajar hay que pagar primero. Por un lado es comprensible que
alguien que abra una empresa tenga que tener un capital para desarrollar el proyecto; una cantidad
de dinero que se corresponderá con el tamaño del proyecto y que incluye la compra o alquiler de
un local, maquinaria, gastos del gestoría para la creación de una sociedad limitada o anónima,
además de las previsiones económicas que se deriven de otros gastos de constitución o fiscales a
nivel nacional y/o regional, y en los que habrá que incluir los autónomos, como es natural, dentro
del tipo de módulos que se haya escogido.
Pero, qué ocurre cuando el futuro trabajador autónomo, por cuenta propia, quiere trabajar en una
actividad relacionada con servicios (profesor de idiomas, masajista, representante comercial,
traductor, intérprete, agente libre inmobiliario, cuidador de personas, limpieza del hogar, etc.) en los
que no es necesaria la creación de una empresa con trabajadores, maquinaria, y otros elementos
que precisen de un gran capital. La respuesta es que este autónomo ha de pagar una cuota fija
aunque no le llegue trabajo o no le paguen la factura a tiempo para poder liquidar el IVA dentro del
trimestre de facturación, con lo cual ha de disponer de capital propio para hacer frente a un IVA por
cobrar y entregarlo a hacienda, y todo ello en el supuesto que llegue a cobrar la factura.
Entonces, estamos obligados a disponer de dinero de antemano para pagar la cuota de autónomo,
el IVA a "devolver" a hacienda y otros gastos que seguramente aparecerán cuando haya que ir a un
gestor para que nos aclare la "jungla estafatoria" en la que el Régimen de Autónomos español nos
ha metido, cuando simplemente lo que queremos es trabajar para ganarnos la vida y poder pagar
las facturas, los impuestos, como el IRPF, y la cuota de autónomos.
El caso es que más de 600.000 autónomos se han arruinado en los últimos 8 años; la crisis ha sido
en parte la causa, aunque el sistema usurero de hacienda ha contribuido como elemento
potenciador de la ruina de estos trabajadores por cuenta propia. Para paliar el daño, el Sr. Montoro
se ha sacado de la manga (después de recibir alguna que otra bronca desde la UE) un sistema al
que llama auto-emprendedores (copiando el nombre francés del sistema, pero no el mecanismo).
Se trata de una "tarifa plana" de 52 euros. En realidad, no es plana si no progresiva ya que la
cuota de 52 € (no 50 como dicen por ahí) es para los primeros 6 meses; 134,06 € para los
siguientes seis; y 186,25 € para el último semestre, hasta pasar finalmente a los 262,50 euros. Para
obtener acceso a este tipo de tarifa tienen que concurrir que seas autónomo nuevo, o que lleves al
menos 5 años sin haberlo sido; otra estúpida genialidad del Sr. Montoro, ya que si te arruinas en
los primeros meses porque no te pagan o no te llega trabajo suficiente para pagar la cuota y el IVA,
pues ahí te quedas, en la cuneta, sin poder volver a tener acceso en 5 años a esa tarifa "plana".
En cuanto al tema de liquidar el IVA de una factura que todavía no se ha cobrado, el Sr. Montoro,
tan lúcido en su afán de llevar al huerto al personal, se ha sacado de la manga el llamado "criterio
de devengo y caja" para aquellos autónomos que no puedan "financiar" al Estado con la
liquidación de un IVA no cobrado todavía; la idea parecería buena si no fuera por aquella frase tan
castiza: "hecha la ley, hecha la trampa", ya que si el facturado no acepta el criterio de devengo y
caja, pues entonces, o pasas por el "tubo" -es decir, tienes que liquidar de antemano un IVA no
recibido por no haber cobrado aún la factura- o pierdes al cliente, así de fácil.
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