Balenvantes (cuento con aura) .pdf
Nombre del archivo original: Balenvantes (cuento con aura).pdf
Autor: Usuario
Este documento en formato PDF 1.5 fue generado por Microsoft® Word 2016, y fue enviado en caja-pdf.es el 13/03/2025 a las 20:47, desde la dirección IP 181.192.x.x.
La página de descarga de documentos ha sido vista 513 veces.
Tamaño del archivo: 82 KB (1 página).
Privacidad: archivo público
Vista previa del documento
Balenvantes
En un soplo del recuerdo me llega el momento de amasar balenvantes. Fideos
de la niñez.
La grafía y el sonido asoman la duda atañente de si las dos veces el nombre se
escribe con be larga, como se suele decir, o con be labial, como la llamaban las
maestras que tuve en la escuela primaria, y mi madre que también era maestra.
El antiguo titubeo sigue a mi sombra y no lo pienso apagar, elijo una y una porque
me gustan los números impares.
Nombre de un argot familiar, sustancia y mito in pectore, inhallable en
fatigosas búsquedas, juguete de misterios, sin etimología validante, destinado
al extravío, renació una noche de búsqueda febril.
La receta vuelve rescatada en un pequeño papel amarillo encontrado en una
caja de cartón gris, guardián de evocaciones, antesala de la revelación, en un
silencio que disimula esperanzas de retorno, plumerazo de olvidos.
Crece la tarde y una lluvia leve y persistente moja el patio y el jardín. La lluvia
es condición necesaria en el amasado de los balenvantes, externa a la receta,
circunstancial, fenomenológica, contextual, detonadora del momento.
En las tardes de lluvia, cuando no se podía potrear en el jardín, sobre la tabla
de madera dura, tarugada, en un volcán de sémola de trigo, ingresaban los
huevos batidos, una nube de parmesano rallado, el leve rocío blanco de la sal,
y el verdor del abundante perejil picado fino.
En el hoy de la añoranza mis manos en el amasado viven cediendo alegría,
mientras escucho a Gigli cantar con su espléndida voz de tenor:
Mamma, son' tanto felice / Perche ritorno da te/ La mia canzone ti dice / Ch'é
il più bel giorno per me.
Después del reposo, de la masa estirada pellizco, al igual que en la infancia, las
pequeñas partes que en la imaginación llamaba estrellitas, distintas como si
vinieran de múltiples cielos.
Reparo en mis manos arrugadas, de venas gruesas y saltonas, algo azules, tan
diferentes a las de la niñez, las apoyo en los brazos de la antigua silla
mecedora, y mientras me impulso alucino estar amasando balenvantes.
☼☼☼☼
Alberto Naso
Villa Gesell, Argentina
palabrasordenadas@protonmail.com

Descargar el documento (PDF)
Balenvantes (cuento con aura).pdf (PDF, 82 KB)
Documentos relacionados
Palabras claves relacionadas
mientras
jardin
momento
anoranza
nombre
manos
ninez
cediendo
balenvantes
alegria
viven
lluvia
amasado
receta
picado
