La Palabra

El camino es el de
la inclusión y el amor
Tuve la enorme alegría de haberme
reunido con el Papa Francisco

Escribe Diego Bossio

y de haber escuchado de su propia boca que el único
camino posible hacia un mundo más justo y solidario
es el de la inclusión y el amor.

A

sí de simple, así de difícil. El Peronismo está
dando una batalla muy fuerte para revertir lo
que tantos años de neoliberlismo han grabado
a fuego en los argentinos: que la salvación es individual y que cada quien es amo y dueño de su destino
más allá de lo que ocurra en su entorno, en su comunidad, en su país.
El saqueo no sólo fue económico; fue eminentemente
cultural y afectivo. Nos hicieron creer que era posible
un país en donde un tercio de la población quedara
continuamente afuera para que los dos tercios restantes vivieran mejor. Nos hicieron creer que era posible vivir en el presente constante sin pensar en las
injusticias que iban quedando atrás y lo que se hipotecaba a futuro. Nos hicieron olvidar de nuestros
abuelos y nuestros jóvenes.
Hoy, el Papa nos propone que trabajemos para una
sociedad integrada a partir de la solidaridad y el amor.
Y al mismo tiempo nuestra Presidenta Cristina no se
cansa de repetir que la Patria es el otro y que no es posible cejar hasta que no quede ni un solo pobre en
nuestro pueblo.
Son dos faros con los que el Peronismo debe guiarse
siempre. Dos faros que se asientan en los valores más
profundos y distintos del Peronismo.
La disputa es profundamente ideológica. No hablamos
del país sino de la Patria. La Patria es el país con cada
uno de nosotros adentro, con nuestros afectos, nuestra dignidad y nuestra parte del sueño de desarrollo y
bienestar común.

El encuentro con el Papa Francisco me recordó inevitablemente los consejos de nuestra Presidenta para
que cada uno, desde su espacio, piense inagotablemente en cómo mejorar la calidad de vida de los argentinos, siempre, todos los días un poquito más.
Reconociendo en nuestros abuelos a quienes ayudaron a forjar el país y sin embargo fueron olvidados;
reconociendo en nuestros jóvenes al relevo de un proyecto de país que debe pasar de una generación a otra
porque el camino de la equidad es largo.

El Papa Francisco nos enseña con sus mensajes y
acciones de Paz a ponernos en los zapatos del otro
y vernos reflejados en el prójimo. Cristina también lo
hace. El Peronismo debe dar esa batalla a tantos
años de devastación económica, cultural y emocional. Debe volver a sus orígenes. A sus banderas.
Debe volver a emocionarse por cada derecho recuperado, por cada argentino ganado para el mundo
del trabajo y la familia.
Que todos los adultos mayores puedan acceder a una
jubilación es un derecho que la Presidenta hizo realidad en nuestro país. Que las asignaciones se hayan
universalizado, también. Que volvamos a recuperar la
digna tradición de tener la casa propia, también. Que
se reduzca la brecha en las escuelas a través de la tecnología, también.
Nuestra Presidenta está dejando el alma en cada

pelea. Dentro y fuera del país, haciendo que nos sintamos profundamente orgullosos de nuestra conducción política. El Papa nos ratifica que ese es el
camino, el único posible para que convivamos en Paz
y el Alegría.
Sigamos trabajando desde cada uno de nuestros espacios; sigamos el camino que nos proponen
ambos. Es verdad que faltan cosas, pero el camino
es este. Los hombres y mujeres del Peronismo
saben que la convicción se ejercita día a día.
Tenemos que estar a la altura de las circunstancias y
para eso tenemos los mejores hombres con las mejores ideas.
Trabajemos, sin interrupciones, con alegría, con esperanza, con convicción. Estamos en el camino correcto.

Juan Domingo Perón y la Organización
“El éxito no le sale al paso por suerte ni por casualidad. Esto se concibe, se prepara, se ejercita, y después recién se realiza.
Es decir el éxito depende de toda esa acción, de toda esa preparación, y de toda esa organización, el éxito a nadie
le sale al paso, no es obra de la casualidad, el éxito es obra de la previsión, de la organización y la realización.”
OCTUBRE 2014 • 3