Podemos afirmar entonces que el gigantismo en aquellas lejanas épocas era algo habitual
tanto en las especies desaparecidas como en aquellas que han permanecido hasta la
actualidad aunque ahora tienen dimensiones mas modestas.
Esta situación se mantuvo durante unos 200 Millones de años, hasta que de improviso hace
unos 65 M de años en el Terciario tardío en el límite con el Cretácico (K-T), se produjo una
masiva extinción en todo el Planeta que hizo desaparecer a casi todas las especies tanto de la
tierra firme como del mar. En esa apocalíptica catástrofe desaparecieron el 75 % de todas las
especies que poblaban la Tierra, por lo que se considera una extinción masiva, incluyendo la
mayor parte, si no todos, los dinosaurios.
La hipótesis más aceptada sobre la causa de la citada extinción K-T es que fue causada por el
impacto de un gran meteorito caído cerca de la península de Yucatán ( Méjico) que provocó
un gran cataclismo instantáneo seguido de un invierno nuclear y otras consecuencias
colaterales.
No era la primera vez que un hecho así ocurría, los científicos establecen que esta última
extinción que acabó con los Dinosaurios es la quinta ocurrida desde que hay vida en la Tierra,
por lo que parece que las extinciones son un tema repetitivo, al igual que otros muchos
fenómenos geológicos y astronómicos que quizás estén relacionados entre sí.
Por ejemplo hace unos 250 millones de años tuvo lugar otra extinción masiva, la Pérmica, era
la cuarta, ocurrida en el Triásico-Jurásico. La causa se atribuye a una erupción masiva de
magma tras fragmentarse el supercontinete Pangea en varios continentes. Los científicos
estiman que resultaron extintas el 76% de las especies, incluyendo varios grupos de
arcosaurios, de los cuales solo sobrevivieron los Crocodilia, los Dinosauria y los Pterosauria.
También destaca la extinción casi total de los reptilianos, como el Thrinaxodon (aunque
sobrevivieron géneros como Oligokyphus.
Algunos científicos apuntan como culpable de las extinciones masivas a una abundante caída
periódica de meteoritos por las perturbaciones que origina la existencia de un noveno planeta
muy alejado, el llamado Planeta X, que periódicamente se acerca y al atravesar el cinturón de
Asteroides situado en los confines del Sistema Solar, provoca el desplazamiento de Asteroides
y Cometas hacia el Sol aumentando notablemente los impactos con otros cuerpos del Sistema
Solar, lo que también justificaría los abundantes cráteres de colisión que se aprecian en todos
los planetas y satélites de nuestro Sistema Planetario, que nos indica que en determinadas
épocas estos impactos fueron muy numerosos.
Se han propuesto diversas teorías para justificar la quinta extinción K-T, la de hace 65 M de
años, en la que desaparecieron los Dinosaurios. Desde una pandemia planetaria,
reconfiguraciones internas del Planeta, etc. Además de la mencionada hipótesis de la caída de
un gran meteorito, también se considera un roce con el indicado y desconocido Planeta X que
tendría una órbita muy elíptica que en ocasiones le hiciera penetrar en el interior del Sistema
Solar o con algún otro planetoide que se desprendiera de alguno de los dos cinturones de
Asteroides existentes en el Sistema solar. Sin acudir a fenómenos extraterrestres se propone
también una actividad volcánica violentísima, o bien ambas posibilidades coincidentes en el
tiempo por la que el citado choque con el meteorito, planeta o planetoide provocara también
grandes erupciones al quebrar la corteza de la Tierra.
Cada vez hay mayor consenso científico en la teoría que atribuye todas, o casi todas, las
grandes extinciones a impactos de meteoritos. Se ha establecido estadísticamente que,
aproximadamente cada 100 millones de años de media impacta un asteroide kilométrico
contra la Tierra. Si se tiene en cuenta que la vida pluricelular lleva unos 600 millones de años
debería haber habido entre cinco y seis grandes extinciones desde entonces que son las que
parecen estar contrastadas.