Necul, relatos y anécdotas de un halconcito gris.pdf


Vista previa del archivo PDF necul-relatos-y-anecdotas-de-un-halconcito-gris.pdf


Página 1...6 7 8910116

Vista previa de texto


Sociabilización y primeros pasos del entrenamiento
A continuación transcribo el diario que fui realizando al tiempo que trabajaba con Necul. Ahora que lo
releo habiendo pasado 3 temporadas cazando con él me parecen obvios una serie de errores y fallos que
cometí en ese entonces pero que por ignorancia, terquedad y exceso de temor me retrasaron
considerablemente su adiestramiento. Sin embargo y por suerte no puedo decir que esos errores fueron
irreversibles o acarrearon graves consecuencias, solo dilataron los tiempos.
Creo conveniente transcribir mi experiencia tal y como la vivía en ese entonces ya que puede servir para
evitar que estos errores los repita otro cetrero que los lea y se disponga a volar un gris.

27 de diciembre de 2011
Como ya mencione su sociabilización comenzó desde el momento en el que llegamos a casa. Esa noche
permaneció junto a la mesa en una percha que más que servirle como posadero cumplía la función de
retenerlo ya que se negaba a permanecer sobre ella. Esa noche durmió en
el transportin.
La ansiedad no me dejó dormir demasiado así que a la mañana siguiente
me levanté con el alba y fui directo a ver como había pasado la noche
Necul. Estaba todo en orden, lo subí al guante y de ahí a la balanza para
comenzar con el registro. Estaba en 134g, un peso nada despreciable
siendo que el día anterior no había comido casi nada.
Dada la poca información que había logrado conseguir y lo contradictoria
de la misma ya que algunos me decían que lo maneje como un cernícalo,
otros como un mini parabuteo y otros como un accipiter me pareció como
más acertado dedicar los primeros días para darle de comer todo lo que
quisiese e ir conociendo así su metabolismo pesándolo cada una hora.
Mientras desayunaba junto a mis padres el parecía no estar incomodo
posado en el guante, rara vez se debatía y toleraba con relativa calma todo
lo que ocurría a su alrededor. Estuvimos así unos minutos y volví a colocarlo en el transportin ya que debía
irme a trabajar y la percha no me generaba la confianza suficiente como para dejarlo en ella.
Nunca fui de extenderme demasiado cuando de tomar exámenes se trata pero ese día menos que menos,
a las 10:30 ya estaba de nuevo en casa. En una taza coloque 13g de pechuga de pato cortados en picaditas
pequeñas y di inicio a la primera jornada. Al igual que en la mañana temprano no se debatía estando en el
guante pero si mi mano se acercaba a él emitía una especie de piido y abría sus plumas intentando
aparentar un mayor tamaño. Cuando dejaba de piar a modo de “premio” le ofrecía una picadita que era
aceptada fácilmente. Comió los 13g y sin embargo terminó pesando 139g lo que indica que solo subió 5g
por encima del peso con el que había amanecido cuatro horas antes.