1. Arrepentimiento de obras muertas, la conversión

Separados de Dios no es el plan de Dios para la humanidad. Nunca fue su deseo que los primeros
hombres se apartasen de Él. Ni lo es ahora que ningún ser humano siga su propio camino. Aquí radica el
problema de cada ser humano. La alienación, la separación, el gran apagón del hombre.

Romanos 6:20-23
20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.
21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es
muerte.
22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la
santificación, y como fin, la vida eterna.
23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Las consecuencias de habernos separado de Dios:
Es bastante fácil entender cuáles son, y cuáles serán, las consecuencias a la hora de persistir en usar
nuestra libertad para actuar toda una vida como extraños de Dios y de sus caminos.
La Biblia estipula en Romanos 6:23

la paga del pecado es muerte, (física y en el infierno eternamente).
En primer lugar el hombre se queda separado de Dios aquí en la tierra. No tiene ni la Vida, ni la Paz de Dios.
En segundo lugar, si la persona persiste en vivir de forma independiente, haciendo caso omiso a Dios,
entonces un día en el futuro se encontrará separado de Él por la eternidad en un lugar de tinieblas y de
grandes sufrimientos.

“la hora de mi juicio ha llegado” (Apocalipsis 14:7) entonces “en la mano una
hoz aguda, (Apocalipsis14:14) limpiará su era y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se
apagará.” (Mateo 3:12).
Cuando Dios diga: ¡Basta ya! Y dirá:

Mi juicio………………...….

es como en un tribunal. (Evaluación de los hechos y la sentencia a favor o en contra).

Limpiará su era……...

limpiará el mundo entero.

Recogerá su trigo….

las personas que habrán llevado buen fruto (como el trigo).

Quemará la paja……

las personas que no habrán llevado buen fruto (como la paja).

En aquel día será demasiado tarde para decir a Dios. “¡¡¡Ay…. es que no lo sabía!!! ¡Perdóname Dios!”
¡Todos sabemos lo que está bien y lo que está mal! Que estemos dispuestos a reconocerlo es otro asunto.
Es ahora que hemos de cambiar, que hemos de arrepentirnos.

La solución ofrecida por Dios se llama el arrepentimiento:
La palabra arrepentimiento significa:

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“Estar convencido de un error cometido y dar el giro a fin de retornar a lo correcto”.
En su libro “El Nuevo Nacimiento”, Daniel Del Vecchio resume este proceso con una sola palabra.
“Renunciar” al mal.

El arrepentimiento, como única solución ofrecida por Dios, requiere una decisión por parte de nuestro libre
albedrio. Con nuestra libertad nos apartamos de Dios y con nuestra libertad regresamos a Dios.
El famoso y más sabio Escritor que jamás haya existido se llamaba Salomón. Fue rey en Israel y compuso
3.000 proverbios y 1.005 cantares. En uno de sus sabios proverbios escribió:
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Fundamentos de la doctrina de Jesucristo – Clase 1