INICIOS DE LA CIUDAD RESIDENCIAL DE PERLORA
En el maravilloso lugar asturiano de Perlora,
a diez kilómetros de Gijón,, y sobre el mar
Cantábrico, se alza la Residencia familiar para
productores de Educación y Descanso “Jacobo
Campuzano”. En ella durante los tumos normales
que en el verano establece la Obra Sindical han
convivido desde su fundación centenares de
familias españolas que han sido, al retomo a
sus puntos de procedencia, los más eficaces y
apasionados propagandistas de las excelencias de
la Institución, de las bellezas del paisaje y de la
realidad de un sindicalismo que busca la unión a
través de la voz y la armonia.
La Residencia de Perlora, que así escuetamente
se la llama, es en los meses de estío centro que
atrae numerosa atención. Los Presidentes y
Vocales de las Juntas Sindicales, los Enlaces,
muchos trabajadores de la provincia, la eligen
como objetivo principal de sus excursiones,
y ello contribuye a extender cada día más su
nombre y su prestigio. De ahí que, como lógica
consecuencia, sean cada día más numerosas las
solicitudes encaminadas a conseguir una plaza
en Perlora, y de ahí que paralelamente a estos
deseos se produzcan las decepciones lógicas
surgidas de la desproporción de las plazas que a
los asturianos pueden concederse y el número de
éstos que quieren disfrutar de ella
Numerosas Juntas Sindicales propusieron que se
pidiera a la Delegación Nacional de Sindicatos
la reserva de esta Residencia exclusivamente
para Asturias en años sucesivos. El Delegado
Provincial no estimó justo informar este anhelo
favorablemente por entender que una Residencia
de carácter nacional debe tener abiertas sus
puertas a todos los españoles. Era una decisión
perfecta, equitativa; pero cabía otra solución,
ambiciosa desde luego, pero sin duda factible,
y ésta fue contenida en el informe presupuesto
para la edificación de una Ciudad Residencial en
torno a la Residencia, que el Delegado Provincial
de Sindicatos, Servando Sánchez Eguibar, elevó
al Delegado Nacional y al Jefe Nacional de
Educación y Descanso con fecha 4 de julio del
año que transcurre.

PERLORA año 1925

Todo quedaba perfectamente explicado en ese
documento. A poca distancia de la playa de
Perlora, playa que puede decirse es como una
propiedad de los trabajadores residenciales,
existe la de Carranques, amplia, limpia, segura
y despejada. Entre las dos, limitadas en su
frente sur por la línea de ferrocarril eléctrico
de Carreño, se extiende una superficie de
terreno prácticamente llana sobre la cual podría
levantarse un poblado de chalets, en número
aproximado a los 200, que con los edificios
de la Residencia constituirían un magnífico y
homogéneo conjunto residencial para el veraneo
de los productores.

Playa antes de la construcción de la Residencia
Los trabajadores asturianos renunciarían
expresamente a las habitaciones de la ‘ casa
grande” y disfrutarían con carácter de exclusiva
de los chalets que en torno a ella nacieran.
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