Vivimos actualmente en un mundo que no nos ofrece nada realmente trascendente, no brinda
libertad, ni felicidad, mucho menos fraternidad e igualdad, al contrario el falso ego que se a ido
construyendo, nos conduce a la división, a la esclavitud y al miedo que nos conduce finalmente a la
tristeza y el odio se vuelve un sentimiento común, camuflado quizás pero en el fondo el sentimiento
que emerge es el odio.
De tal modo nuestra vida se termina convirtiendo en una simple rutina de consumo, donde
trabajamos para pagar cuentas que vamos acumulando mientras vamos agregándole flores al florero
del ego, el resto lo tratamos de si podemos ahorrarlo para poder hacer algún otro tipo de consumo
posterior, quizás algo gastemos en un poco de diversión, que obviamente será la diversión
maquetada y previamente bien estudiada por los grandes centros del marketing, nos cargamos de
vicios que realmente no sirven para nada, pero se nos meten en la vida y cuando queremos ver ya
estamos envueltos en algún problema.
Vicios, justamente, nuestra vida se transforma en la necesidad de satisfacer nuestro vicio, esto es lo
único que nos propone, inculca este sistema. La droga se llama consumo.
En definitiva ya a esta etapa le esta llegando su hora, y ya el sistema que nos impera no cubre para
nada las necesidades que hacen a la vida humana placentera. Del mismo modo que se realizo el
reclamo pertinente en los tiempos de opresión feudal y de totalitarismo, comienza a verse los
primeros brillos de una nueva etapa, el comienzo del nuevo renacimiento humano, despertar de esta
hipnosis de consumo sin limites, y en cambio abrir los ojos, mirando al horizonte donde
encontramos los anhelos de un futuro digno para la humanidad.
Hoy logramos un supuesto avance tecnológico que realmente se ha cobrado un muy alto precio . Es
un buen momento para replantear las actitudes humanas de actualidad, cambiar de pisada de
paradigma, dejar de basar la vida en pro del consumo, formando una alternativa en pro de la vida,
tomando como base el respeto inviolable hacia el medio que nos ampara, o sea para con nuestra
casa tierra y de igual modo para con todos quienes habitamos este mismo hogar común.
Despojarnos del egoísmo, y del espíritu de competitividad que fomenta el ego y la división entre
quienes compartimos este hermoso lugar.
Entonces, una vez que ya notamos cuales son las causas claras que generan rechazo y entendemos
que no contribuyen ni a un presente ni a un futuro de paz y armonía, una vez logrado eso, comenzar
a plantear la alternativa, como generarla granito sobre granito, no podemos llevarnos el mundo por
delante y buscar cambiar todo del día a la mañana, pero si sumamos simples y aplicables
alternativas como medios para un fin, buscando la participación de quienes aún no piensan que una
alternativa pueda ser posible, digamos que sería como excavar pequeños lugares donde poder
inmiscuirnos, brindar la alternativa y hacerla viable, responsable y siempre defendiendo un
principio que nos impulsa a continuar, el amor del cual emanan solo cosas bellas.

En resumen este sistema da muchos argumentos para poder desacreditarlo como modo de vida a
continuar desarrollando .
En un principio debemos entender (cosa que parece obvia pero parece no ser tan comprendido por
todos).
Nosotros todos vivimos en un mismo planeta llamado Tierra, ¿Verdad? Este es un planeta finito o
sea que tiene unos limites bien marcados de los cuales no podemos escapar, fuera de estos limites
ya no se encuentran los elementos básicos para que nuestra vida se pueda desarrollar, en estos