Tarantino, Quentin Pulp Fiction .pdf
Nombre del archivo original: Tarantino, Quentin - Pulp Fiction.pdf
Título: Pulp Fiction
Autor: Quentin Tarantino
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Pulp Fiction
Tres historias sobre una
misma historia...
Quentin Tarantino
Traducido por José Manuel Pomares
Mondadori, Barcelona, 1995
TÃtulo original:
Pulp Fiction, 1994
La paginación se corresponde
con la edición impresa. Se han
eliminado las páginas en blanco.
NOTA DEL EDITOR
Sobre historias originales del propio Tarantino y de Roger
Roberts Avery, Tarantino construye un guión que, de hecho, son tres relatos vertebrados mediante lo que podrÃamos
llamar «acotaciones cinematográficas». Los textos hablan por
sà mismos y pueden, desde luego, leerse al margen de la pelÃcula, pero hemos creÃdo conveniente, para los más cinefilos, señalar mediante notas a pie de página las diferencias
más notables entre estas historias y el montaje final del filme. Asimismo, las lÃneas verticales que aparecen a la izquierda del texto indican las secuencias o partes de ellas
que han sido eliminadas de la versión cinematográfica.
7
La pelÃcula PULP FICTION de Quentin Tarantino ganó la
Palma de Oro del festival de Cannes en 1994.
Ficha artÃstica
Vincent Vega ............................................................. JOHN TRAVOLTA
Jules ............................................................................ SAMUEL JACKSON
Mia ............................................................................ UMA THURMAN
El Lobo ....................................................................... HARVEY KEITEL
Pumpkin (Calabaza) ................................................ TIM R OTH
Honey Bunny (La Conejita Honey) ..................... AMANDA PLUMMER
Fabienne ..................................................................... MARIA DE MEDEIROS
Marsellus Wallace ..................................................... VING RHAMES
Lance ........................................................................... ERIC STOLZ
Jody ............................................................................. ROSANNA ARQUETTE
Koons .......................................................................... CHRISTOPHER WALKEN
Butch ........................................................................... BRUCE WILLIS
Ficha técnica
Autor/Director .......................................................... QUENTIN TARANTINO
Productor ................................................................... LAWRENCE BENDER
Historias de ................................................................ QUENTIN TARANTINO
ROGER AVERY
Productores ejecutivos ............................................ DANNY DEVITO
MICHAEL SHAMBERG
STAGEY SHER
Co–productores ejecutivos ..................................... BOB WEINSTEIN
HARVEY WEINSTEIN
RICHARD GLADSTEIN
RICHARD GLADSTEIN
Director de fotografÃa .............................................. ANDRZEJ SEKULLA
Montaje ...................................................................... SALLY MENKE
Diseñador de producción ....................................... DAVID WASCO
Diseñadora de vestuarios ......................................... BETSY HEIMANN
Supervisora musical .................................................. KARYN RACHTMAN
Casting ........................................................................ LARONNIE YESKEL, C.S.A.
GARY ZUCKERBROD, C.S.A.
8
ÃNDICE
1. Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2. Vincent Vega y la esposa de Marsellus Wallace . . . . . . 34
3. El reloj de oro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
4. Jules, Vincent, Jimmie y El Lobo*. . . . . . . . . . . . . . . . . 119
5. EpÃlogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
* En el montaje definitivo, esta parte se titula «La situación con Bonnie».
9
Pulp n. 1. Masa de materia blanda, húmeda e informe.
2. Revista o libro, que contiene material sensacionalista,
caracterÃsticamente impreso en papel basto, no refinado.
10
PRÓLOGO
1. INTERIOR DE UNA CAFETERÃA - POR LA MAÑANA
Una cafeterÃa Denny’s normal, tipo Spires, en Los Angeles. Son
aproximadamente las nueve de la mañana. Aunque el local no
está abarrotado, hay bastante gente tomando café y comiendo huevos con beicon.
Dos de esas personas son UN HOMBRE JOVEN y UNA MUJER
JOVEN. El joven habla con un ligero acento inglés de clase obrera
y, al igual que sus compatriotas, fuma cigarrillos con un estilo esmerado.
Es imposible saber de dónde es la joven o qué edad tiene; todo
lo que hace contradice algo que hizo. Los dos jóvenes están sentados en un reservado. Su diálogo tiene que desarrollarse a un ritmo
rápido, al estilo de Luna nueva.*
HOMBRE JOVEN: No, olvÃdalo,
Estoy harto de esa mierda.
es
demasiado
arriesgado.
MUJER JOVEN: Siempre dices lo mismo: nunca más, estoy
harto, es demasiado peligroso.
HOMBRE JOVEN: Sé que siempre digo lo mismo. Y también
que tengo razón, pero...
MUJER JOVEN: ...Pero lo olvidas al cabo de un dÃa o dos.
* Filme de Howard Hawks (1940).
11
HOMBRE JOVEN: SÃ, bueno, pues han quedado atrás los dÃas
del olvido y acaban de empezar los dÃas del recuerdo.
MUJER JOVEN: ¿Sabes lo que pareces cuando te pones as�
HOMBRE JOVEN: Parezco un jodido hombre sensato, eso es
lo que parezco.
MUJER JOVEN: Pareces más bien un pato. (Ella imita a un
pato.) Cuac, cuac, cuac, cuac, cuac...
HOMBRE JOVEN: Pues presta atención porque no lo volverás a oÃr. Como ya no lo volveré a hacer, tú tampoco me
oirás hacer el pato sobre cómo no lo volveré a hacer.
MUJER JOVEN: Después de esta noche. (Los dos se echan a
reÃr, con sus risas espaciadas por alguna pausa, mientras se balancean adelante y atrás.)
HOMBRE JOVEN (con una sonrisa) : Correcto. Tengo toda la
noche para hacer el pato.
.
Se acerca una CAMARERA con una jarra de café.
CAMARERA: ¿Alguien desea que le sirva más café?
HOMBRE JOVEN: Oh, sÃ, gracias.
La camarera le sirve café al joven, que enciende otro cigarrillo
HOMBRE JOVEN: Ya tengo suficiente.
La camarera se aleja. El joven da una chupada al cigarrillo. La
joven se pone un montón de crema y azúcar en el café.
El joven vuelve directamente al tema.
HOMBRE JOVEN: Tal como están las cosas ahora, corres el
mismo jodido riesgo que si robaras un banco. Corres más
de un riesgo. ¡Los bancos son más fáciles! Se supone que
los bancos federales no le van a impedir a uno hacer nada
durante el robo. Están asegurados, asà que ¿por qué preocuparse? En un banco federal ni siquiera necesitas un re12
volver. He oÃdo hablar de un tipo que entró en un banco federal con un teléfono portátil y se lo entregó al cajero. El tipo que esperaba al otro lado de la lÃnea le dijo
al cajero: «Tenemos a la hija de este hombre, y si no le
da ahora mismo todo su dinero, vamos a matarla».
MUJER JOVEN: ¿Y funcionó?
HOMBRE JOVEN: ¿Que si funcionó? ¡Joder si funcionó! El
tipo entra en el banco con un teléfono, nada de pistolas,
nada de escopetas..., sólo un jodido teléfono, limpia el
lugar y nadie levanta un jodido dedo para impedÃrselo.
MUJER JOVEN: ¿Le hicieron daño a la niña?
HOMBRE JOVEN: Pues no lo sé. Probablemente, ni siquiera
habÃan secuestrado a ninguna niña. Pero lo importante
de la historia no es la existencia o no de la niña, sino el
hecho de que robaron el banco con un teléfono.
MUJER JOVEN: ¿Quieres ponerte a robar bancos?
HOMBRE JOVEN: No estoy diciendo que vaya a robar un
banco. Sólo pretendo ilustrar el hecho de que, si lo hiciéramos, serÃa más fácil que lo que hemos estado haciendo.
MUJER JOVEN: ¿De modo que no quieres ser ladrón de
bancos?
HOMBRE JOVEN: No. Todos esos tipos siguen tarde o temprano por el mismo camino: o mueren o se pasan veinte
años en chirona.
MUJER JOVEN: ¿Y tampoco más tiendas de licores?
HOMBRE JOVEN: ¿De qué hemos estado hablando? Tampoco–robaremos–más–tiendas–de–licores. Además, ya no es
tan divertido como antes. Hay demasiadas tiendas de licores que son propiedad de extranjeros, de vietnamitas y
13
coreanos que ni siquiera saben hablar jodido inglés. Va
uno y les dice: «Eh, vacÃa la caja registradora», y no tienen ni puñetera idea de lo que se les está diciendo. Se lo
tornan demasiado a pecho. Si continuamos asÃ, cualquiera
de esos jodidos hijos de puta va a hacer que tengamos
que matarlo.
MUJER JOVEN: Yo no voy a matar a nadie.
HOMBRE JOVEN: Yo tampoco quiero matar a nadie. Pero
probablemente nos pondrán en una situación en la que
no tendremos alternativa, o nosotros o ellos. Y si no son
los extranjeros son esos viejos judÃos que tienen la propiedad de la tienda desde hace quince jodidas generaciones. Y te encuentras con el viejo abuelo Irving sentado
tras el mostrador, con una jodida Magnum. Intenta entrar
en una de esas tiendas con un teléfono en la mano, y ya
verás hasta dónde puedes llegar. Que se jodan, olvÃdalo,
vamos a dejarlo.
MUJER JOVEN: Bueno, ¿qué otra cosa nos queda? ¿Un trabajo regular?
HOMBRE JOVEN (se echa a reÃr) : No en toda esta vida.
.
MUJER JOVEN: Entonces, ¿qué?
El joven llama a la camarera.
HOMBRE JOVEN: ¡Garçon, más café!
Luego se vuelve a mirar a la joven.
HOMBRE JOVEN: Este mismo lugar.
Llega la camarera y le sirve más café.
CAMARERA (con retintÃn) : «Garçon» significa chico.
.
La camarera se aleja.
MUJER JOVEN: ¿AquÃ? Pero si esto es una cafeterÃa.
14
HOMBRE JOVEN: ¿Y qué hay de malo en eso? La gente
nunca roba en los restaurantes. ¿Por qué no? En los bares, tiendas de licor y gasolineras se corre el riesgo de
que le vuelen la cabeza a uno. Pero en los restaurantes los
pillas desprevenidos. No esperan que nadie les robe, o no
lo esperan tanto.
MUJER JOVEN (asumiendo la idea).: Apuesto a que en lugares
como éste puedes descartar el factor héroe.
HOMBRE JOVEN: Correcto. Estos lugares están asegurados,
lo mismo que los bancos. A los directores les importa un
pimiento. Sólo intentan que uno salga por la puerta antes
de empezar a derramar cenas por el suelo. En cuanto a
las camareras, olvÃdalas. No se arriesgarán a recibir un
balazo por lo que pueda haber en la caja registradora. A
los fregaplatos, que apenas reciben un dólar cincuenta
por hora, les importa un rábano que le robes al propietario. En cuanto a los clientes, están ahà sentados, con la
boca llena de comida, y ni siquiera saben lo que está pasando. En un momento están comiendo una tortilla
Denver, y al siguiente se encuentran con el pegajoso revólver de alguien delante de las narices.
La mujer joven acepta visiblemente la idea. El hombre joven
continúa hablando en voz baja.
HOMBRE JOVEN: Mira, la idea se me ocurrió en la última
tienda de licores en la que entramos. ¿Recuerdas a todos
aquellos clientes que seguÃan entrando?
MUJER JOVEN: SÃ.
HOMBRE JOVEN: Fue entonces cuando a ti se te ocurrió la
idea de apoderarte de sus carteras.
MUJER JOVEN: Ajá.
HOMBRE JOVEN: Fue una buena idea.
15
MUJER JOVEN: Gracias.
HOMBRE JOVEN: Conseguimos más con lo que habÃa en las
carteras que con lo que habÃa en la caja registradora.
MUJER JOVEN: SÃ, asà fue.
HOMBRE JOVEN: Y a los restaurantes va mucha gente.
MUJER JOVEN: Un montón de carteras.
HOMBRE JOVEN: Muy astuto, ¿no te parece?
La mujer joven, teniendo en cuenta esta última información, recorre el restaurante con la mirada. Observa a los clientes que comen, sumidos en sus conversaciones. A la cansada camarera que
anota los pedidos. A los fregaplatos, que hacen los movimientos
propios de retirar los platos. Al director, que se queja de algo al
cocinero. Una sonrisa se extiende lentamente por el rostro de la
mujer joven.
MUJER JOVEN: SÃ, muy astuto. (Entrando de lleno en ello.) Está
bien, hagámoslo, aquà mismo. Ahora.
HOMBRE JOVEN: Recuerda, lo mismo de siempre. Tú te
encargas de controlar a la gente y yo me ocupo de los
empleados.
MUJER JOVEN: Entendido.
Ambos sacan pistolas del calibre 32 y las dejan sobre la mesa.
Los dos se miran mutuamente.
MUJER JOVEN: Te amo, Pumpkin.
HOMBRE JOVEN: Te amo, Honey Bunny.
Y tras decir esto, Pumpkin y Honey Bunny toman sus armas, se
levantan y se disponen a robar el restaurante. La actitud de
Pumpkin durante el robo es la propia del profesional que controla
la situación. La de Honey Bunny es la de una psicópata, de gatillo fácil, que parece dispuesta a disparar en cualquier
momento.
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PUMPKIN (gritándoles a todos).: ¡Que todo el mundo se quede
quieto! ¡Esto es un atraco!
HONEY BUNNY: Si alguien mueve un solo dedo, me lo cargo aquà mismo. ¿Lo habéis entendido?
CORTE A:
TÃTULOS DE CRÉDITO PULP FICTION
2. INTERIOR DE UN CHEVY DEL 74 (en movimiento) –
POR LA MAÑANA
Un viejo, destartalado y sudo Chevy Nova blanco del 74 avanza rápidamente por una calle donde abundan las gentes sin hogar,
en Hollywood. En los asientos delanteros van dos hombres jóvenes,
uno blanco y uno negro; ambos llevan trajes negros baratos, con
delgadas corbatas negras bajo largos abrigos negros. Sus nombres
son V INCENT V EGA (blanco) y J ULES W INNFIELD (negro). Jules
es el que conduce.
JULES: Está bien, ahora háblame de los bares de hachÃs.
VINCENT: ¿Qué quieres saber?
JULES: Bueno, el hachÃs es legal allÃ, ¿no?
VINCENT: SÃ, es legal, pero no lo es al ciento por ciento. Es
decir, no puedes entrar en un restaurante, liarte un canuto y empezar a fumarlo como si nada. Se supone que
sólo puedes fumarlo en tu casa o en ciertos lugares ya
designados.
JULES: ¿Y esos son los bares de hachÃs?
VINCENT: SÃ. Las cosas funcionan de este modo: es legal
comprarlo, es legal poseerlo y, si eres el propietario de
un bar de hachÃs, es legal venderlo. También es legal lle17
varlo encima, lo que realmente no importa porque, y fÃjate bien en esto, si los polis te detienen, es ilegal que te
registren. Los polis de Amsterdam no tienen derecho a
registrar a la gente.
JULES: Esto es todo lo que necesito saber, muchacho. Vaya
si me voy a marchar allÃ. Desde luego que me marcho.
VINCENT: Le sacarÃas mucho provecho. Pero ¿sabes qué es
lo más divertido de Europa?
JULES: ¿Qué?
VINCENT: Las pequeñas diferencias. Allà tienen la mayor
parte de la misma mierda que tenemos aquÃ, pero allà hay
una pequeña diferencia.
JULES: ¿Como por ejemplo?
VINCENT: Bueno, en Amsterdam puedes comprar cerveza
en un cine. Y ni siquiera te la sirven en un vaso de papel. No, nada de eso. Te la sirven en una copa de cristal,
como en un bar. En ParÃs, puedes comprar cerveza en un
MacDonald’s. ¿Y sabes cómo llaman a una hamburguesa
de un cuarto de libra con queso en ParÃs?
JULES: ¿No lo llaman un cuarto de libra con queso?
VINCENT: Nada de eso. Allà emplean el sistema métrico, y
ni siquiera saben lo que es un jodido cuarto de libra.
JULES: Entonces, ¿cómo lo llaman?
VINCENT: Royale con queso.
JULES (repitiendo).: Royale con queso. ¿Y cómo llaman al Big
Mac?
VINCENT: Bueno, un Big Mac es un Big Mac, pero lo llaman Le Big Mac.
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JULES: ¿Y cómo llaman al Whopper?
VINCENT: No lo sé. No entré en un Burger King. Pero
¿sabes lo que le ponen a las patatas fritas en Holanda, en
lugar de ketchup?
JULES: ¿Qué?
VINCENT: Mayonesa.
JULES: ¡Joder!
VINCENT: Yo lo he visto. Y no ponen precisamente un poco
en un lado del plato, sino que las ahogan en mayonesa.
JULES: ¡Aaagh!
CORTE A:
3. INTERIOR DEL CHEVY (portaequipajes) –
POR LA MAÑANA
El portaequipajes del Chevy se abre. Jules y Vincent se inclinan
hacia el interior y toman dos automáticas del 45, las cargan y las
amartillan.
JULES: DeberÃamos haber traÃdo escopetas para esta clase de
asunto.
VINCENT: ¿Cuántos hay ah�
JULES: Tres o cuatro.
VINCENT: ¿Contando a nuestro hombre?
JULES: No estoy seguro.
VINCENT: ¿De modo que podrÃa haber hasta cinco tipos
ahÃ?
JULES: Es posible.
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VINCENT: Pues deberÃamos haber traÃdo las jodidas escopetas recortadas.
Cierran el portaequipajes.
CORTE A:
4. PATIO EXTERIOR DE UN EDIFICIO DE APARTAMENTOS –
POR LA MAÑANA
Vincent y Jules, con sus largos abrigos a juego, que llevan prácticamente arrastrando por el suelo, cruzan el patio de lo que parece
un edificio de apartamentos al estilo de una hacienda de
Hollywood.
La cámara les sigue.
VINCENT: ¿Cómo se llama ella?
JULES: Mia.
VINCENT: ¿Cómo se conocieron ella y Marsellus?
JULES: Ni idea. Como se conoce todo el mundo. Ella era
actriz.
VINCENT: ¿Ha hecho alguna vez algo que yo haya visto?
JULES: Creo que su mayor interpretación fue la que hizo en
un programa piloto.
VINCENT: ¿Qué es un programa piloto?
JULES: ¿Es que no ves los programas de la tele?
VINCENT: Yo no veo la tele.
JULES: Bueno, pero sabes muy bien que hay un invento llamado televisión y que en ese invento muestran programas, ¿verdad?
VINCENT: SÃ.
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JULES: Pues la forma de elegir un programa en la tele es
que hacen un programa, y a ese programa lo llaman piloto. Y muestran ese programa a la gente para ver si gusta
o no gusta, y según que tenga éxito o no, deciden si hacen más programas como ese. Algunos son aceptados y se
convierten en programas de la tele. Otros no lo son, y
no llegan a nada. Pues bien, ella actuó en uno de esos
que no llegaron a convertirse en nada.
Entran en el edificio de apartamentos.
5. INTERIOR. ZONA DE RECEPCIÓN (edificio de apartamentos)
– POR LA MAÑANA
JULES: ¿Recuerdas a Antwan Rockamora? Medio negro,
medio samoano, al que solÃan llaman Tony Rocky Horror.
VINCENT: SÃ, quizá. ¿Un tipo gordo?
JULES: Yo no llegarÃa a llamar gordo a ese hermano. Tiene un
problema de peso. ¿Qué le va a hacer ese moreno? Es
un samoano.
VINCENT: Creo saber lo que quieres decir. ¿Qué pasa con
él?
JULES: Bueno, Marsellus le dio bien por el culo. Y según se
ha dicho por ahÃ, todo se debió a la mujer de Marsellus
Wallace.
Llega el ascensor, y los dos hombres entran.
6. INTERIOR DEL ASCENSOR – POR LA MAÑANA
VINCENT: ¿Qué hizo? ¿Se la folló?
JULES: No, no, no, nada de eso. No fue nada tan malo.
VINCENT: ¿Qué pasó entonces?
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JULES: Le dio a ella un masaje en el pie.
VINCENT: ¿Un masaje en el pie?
Jules asiente con la cabeza: «Sû.
VINCENT: ¿Y eso fue todo?
Jules asiente de nuevo con la cabeza: «Sû.
VINCENT: ¿Y qué hizo Marsellus?
JULES: Envió a un par de tipos adonde vivÃa el samoano. Lo
sacaron a la terraza de su apartamento y le hicieron volar
el culo por encima del balcón. El negro cayó cuatro pisos. Abajo habÃa una especie de jardÃn cerrado con cristal, como los invernaderos. El negro lo atravesó. Desde
entonces tiene problemas para hablar.
Se abren las puertas del ascensor. Jules y Vincent salen.
VINCENT: Es una maldita lástima.
7. INTERIOR. PASILLO DEL EDIFICIO DE APARTAMENTOS –
POR LA MAÑANA
Jules y Vincent avanzan decididos por el pasillo.
VINCENT: A pesar de todo, quien juega con fuego, se quema.
JULES : ¿Qué quieres decir?
VINCENT: No se le da un masaje en el pie a la nueva esposa
de Marsellus Wallace.
JULES: ¿No crees que tuvo una reacción un tanto exagerada?
VINCENT: Probablemente, Antwan no esperaba que Marsellus reaccionara de ese modo, pero tenÃa que esperar alguna reacción.
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JULES: Sólo fue un masaje en el pie. Eso no es nada. Yo le
darÃa un masaje en el pie a mi madre.
VINCENT: Eso es como ponerle las manos encima a la nueva mujer de Marsellus Wallace de una forma demasiado
familiar. No es tan malo como comerle el coño, pero estás en el mismo terreno de juego.
JULES: Eh, eh, alto ahÃ. Comer el coño a una zorra y darle
un masaje en el pie no es lo mismo.
VINCENT: No he dicho que sea lo mismo, sino que es el
mismo terreno de juego.
JULES: Tampoco es el mismo jodido terreno de juego. Mira,
quizá tu método de dar masaje sea distinto al mÃo, pero
tocarle los pies a la dama y meterle la lengua en su cueva
más secreta no es el mismo terreno de juego, no es la
misma liga, ni siquiera es el mismo jodido deporte. Los
masajes en el pie no significan una mierda.
VINCENT: ¿Has dado alguna vez un masaje en el pie?
JULES: No me hables a mà de eso. Soy un maestro dando
masajes en el pie.
VINCENT: ¿Das muchos?
JULES: Joder, sÃ. Tengo mi propia técnica. Ni siquiera hago
cosquillas.
VINCENT: ¿Le has dado alguna vez un masaje en el pie a un
tipo?
Jules lo mira durante un largo rato. Se muestra enojado.
JULES: Que te jodan.
Echa a caminar por el pasillo. Vincent, sonriente, camina un
poco por detrás de él.
VINCENT: ¿Cuántos?
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JULES: Que te jodan.
VINCENT: ¿Me darÃas a mà un masaje en el pie? Estoy un
poco cansado.
JULES: Será mejor que te calles. Empiezo a estar harto. Eh,
ésta es la puerta.
Los dos hombres se detienen delante de una puerta que ostenta
el número «49». Susurran entre sÃ.
JULES: ¿Qué hora es?
VINCENT (comprueba su reloj).: Las siete veintidós de la mañana.
JULES: TodavÃa no es la hora. Esperemos un poco.
Se apartan un poco de la puerta, situándose uno frente al otro,
y siguen hablando en susurros.
JULES: Mira, el hecho de que yo no le dé un masaje en el
pie a un hombre no le hace a Marsellus tener derecho a
arrojar a Antwan desde lo alto de un edificio sobre un
jodido invernadero y fastidiarle su jodida habla al negro.
Eso no está bien, hombre. Si algún hijo de puta me hiciera eso a mÃ, serÃa mejor que me paralizara algo más
que el habla, porque lo matarÃa.
VINCENT: Yo no digo que él tuviera razón, pero tú dices
que un masaje en el pie no significa nada, y yo digo que
sÃ. Le he dado millones de masajes en el pie a un millón
de mujeres y todos significaron algo. Actuamos como si
no, pero tienen un significado. Eso es lo cojonudo del
asunto. Estas cosas sensuales continúan y nadie habla de
ellas, pero uno lo sabe, ella lo sabe, el puto Marsellus lo
sabÃa y Antwan deberÃa haberlo sabido. Ella es la puñetera esposa, hombre. Y él no tiene un buen sentido del
humor con esa clase de cosas.
24
JULES: Eso que dices es interesante, pero vamos a meternos
en faena.
VINCENT: ¿Cómo has dicho que se llama?
JULES: Mia. ¿Por qué te interesas tanto por la mujer del gran
jefe?
VINCENT: Bueno, Marsellus se marcha a Florida y cuando
se marche quiere que yo me ocupe de Mia.
JULES: ¿Que te ocupes de ella?
Al hacer la pregunta, Jules se lleva el dedo Ãndice a la cabeza,
imitando una pistola.
VINCENT: No de ese modo, hombre. Que la saque. Que se
lo haga pasar bien. Que no la deje sola.
JULES: ¿Vas a tener una cita con Mia Wallace?
V INCENT : No es una cita. Es como si tú y la mujer de tu
compañero os fuerais al cine o algo asÃ. Sólo es..., bueno,
ya sabes, un poco de compañÃa.
Jules se limita a mirarlo.
VINCENT: No es una cita.
Jules sigue limitándose a mirarlo.
VINCENT: No voy a portarme mal.
Jules sacude la cabeza y murmura para sà mismo.
JULES : Esa zorra va a matar a más negros que el tiempo.
VINCENT: ¿Que has dicho?
JULES: Nada. Vayamos a nuestro asunto.
VINCENT: ¿Qué acabas de decir?
JULES: No dije nada. Pongámonos a trabajar.
VINCENT: No juegues conmigo. Has dicho algo, ¿qué era?
25
JULES (refiriéndose al trabajo) : ¿Quieres hacer esto, sà o no?
.
VINCENT: Quiero que repitas lo que dijiste.
JULES: Esa puerta se va a abrir dentro de treinta segundos,
asà que prepárate...
VINCENT: Ya estoy preparado...
JULES: Maldita sea, deja ya de pensar en esa zorra y prepárate como un buen profesional.
8. INTERIOR. APARTAMENTO (habitación 49) –
POR LA MAÑANA
Hay tres hombres jóvenes, evidentemente cansados de esperar,
sentados ante una mesa con hamburguesas, patatas fritas y vasos
de soda.*
Uno de ellos corre el grueso pestillo de la puerta, y la abre. Jules y Vincent aparecen en el pasillo.
JULES: Hola, muchachos.
Los dos hombres entran en la habitación.
Los tres tipos, que han sido pillados desprevenidos, son:
MARVIN: El joven negro, que abrió la puerta, se retirará hacia un
rincón a medida que progrese la escena.
ROGER: Un surfista joven, de cabello rubio, con un corte de pelo
«a lo ala de gaviota», que no dice una sola palabra, está sentado
ante la mesa con una gran y jugosa hamburguesa en la mano.
B RETT : Un tipo de raza blanca, con aspecto de jovenzuelo y el
cabello corto.
Vincent y Jules ocupan el lugar, con las manos en los bolsillos.
Jules es el que lleva la voz cantante.
* En el montaje definitivo, la distribución de los personajes es distinta. Roger está tendido en un sofá, junto a la pared, y Brett es el que está sentado a la
mesa comiendo una hamburguesa.
26
JULES: ¿Cómo estáis, muchachos?
No hay respuesta.
JULES (dirigiéndose a Brett): ¿Estoy soñando o acabo de hacerte una pregunta?
BRETT: Estamos bien.
Mientras Jules y Brett hablan, Vincent se sitúa por detrás de los
jóvenes.
JULES: ¿Sabéis quiénes somos?
Brett sacude la cabeza con un gesto negativo: «No».
JULES: Somos compañeros de vuestro socio, Marsellus Wallace. Recordais a vuestro socio, ¿verdad?
No hay respuesta.
JULES (dirigiéndose a Brett) : Bien, ahora, voy a hacer una suposición. Tú eres Brett, ¿verdad?
.
BRETT: SÃ, soy Brett.
JULES: Me lo imaginaba. Bien, recuerdas a tu socio, a Marsellus Wallace, ¿verdad, Brett?
BRETT: Lo recuerdo.
JULES: Eso está bien. Parece que Vincent y yo os hemos interrumpido el desayuno. Lo siento, muchacho. ¿Qué comes?
BRETT: Hamburguesas.
JULES: Hamburguesas. El elemento clave de cualquier desayuno nutritivo. ¿Qué clase de hamburguesas?
BRETT: Hamburguesas de queso.
JULES: No, quiero decir, ¿dónde las habéis comprado? ¿En
MacDonald’s, en Wendy’s, en el expendedor automático?
¿Dónde?
27
BRETT: En el Big Kahuna Burger.
JULES: El Big Kahuna Burger. Es esa hamburgueserÃa hawaiana, ¿verdad? He oÃdo decir que tienen unas hamburguesas
muy suculentas. Yo nunca las he probado. ¿Cómo son?
BRETT: Son buenas.
JULES: ¿Te importa que pruebe una de las tuyas?
BRETT: No.
JULES : La tuya es ésta, ¿verdad?
BRETT: SÃ.
Jules toma la hamburguesa y le da un bocado.
JULES: Hmmm, sà que es suculenta (dirigiéndose a Vincent).
Vince, ¿has probado alguna vez una hamburguesa Gran
Kahuna?
VINCENT: No.
Jules le tiende la Gran Kahuna.
JULES: Dale un bocado. Son realmente buenas.
VINCENT: No tengo hambre.
JULES: Pues
bar éstas
comerlas,
convierte
luego me
si te gustan las hamburguesas, tendrÃas que proalgún dÃa. Yo no suelo tener la oportunidad de
porque mi chica es vegetariana, lo que me
más o menos en un vegetariano, pero desde
encanta el sabor de una buena hamburguesa.
(Dirigiéndose a Brett.) ¿Sabes cómo le llaman a un cuarto
de libra con queso en Francia?
BRETT: No.
JULES: DÃselo, Vincent.
VINCENT: Royale con queso.
JULES: Royale con queso. ¿Y sabes por qué los llaman as�
28
BRETT: ¿Por el sistema métrico?
JULES: Cuidado con ese gran cerebro tuyo, Brett. Eres un
hijo de puta astuto. Asà es. Por el sistema métrico. (Señala
un vaso de papel de un establecimiento de comida rápida.) ¿Qué
contiene?
BRETT: Sprite.
JULES: Sprite. Bien. ¿Te importa que eche un trago de este
brebaje para regar el bocado?
BRETT: Claro que no.
Jules toma el vaso y bebe un sorbo.
JULES: Hmmnim, sabe estupendo. (Dirigiéndose a Roger.) Tú,
flequillo de gaviota, ¿sabes para qué hemos venido?
Roger asiente con la cabeza: «Sû.
JULES: Entonces, ¿por qué no le dices a mi amigo Vince
dónde tenéis escondida la mierda?
MARVIN: Está debajo de...
JULES: No recuerdo haberte preguntado nada a ti. (Dirigiéndose a Roger.) ¿DecÃas algo?
ROGER: Esta debajo de la cama.*
Vincent se acerca a la cama, se agacha, mira y saca un maletÃn
negro.
VINCENT: Lo tengo.
Vincent hace saltar las dos cerraduras y abre el maletÃn. No podemos ver lo que hay dentro, pero del maletÃn surge un pequeño
fulgor. Vincent se lo queda mirando fijamente, pasmado.
JULES : ¿Somos felices?
No hay respuesta del todavÃa pasmado Vincent.
* En el montaje definitivo, está en un armario de la cocina.
29
JULES: ¡Vincent!
Vincent levanta la mirada hacia Jules.
JULES: ¿Somos felices?
VINCENT (cerrando el maletÃn) : Somos felices.
.
BRETT (dirigiéndose a Jules).: ¿Cómo te llamas? Sé el nombre
del otro, Vincent. Pero ¿cuál es el tuyo?
JULES: Me llamo Pitt, y hablando no vas a salvar el culo.
BRETT: Sólo quiero que sepas lo mucho que lamentamos
que las cosas salieran tan jodidamente mal entre nosotros
y el señor Wallace. Cuando entramos en este asunto, sólo
tenÃamos las mejores intenciones...
Mientras Brett habla, Jules saca su revólver y dispara tres veces
contra el pecho de Roger, haciéndole salir volando de la silla
donde estaba sentado.*
Vincent sonrÃe para sÃ. Desde luego, Jules tiene estilo.
Brett se acaba de ensuciar en los pantalones. No llora ni gimotea, pero está aterrorizado, como si su cuerpo implosionara.
JULES (dirigiéndose a Brett): Oh, lo siento. ¿Ha interrumpido
esto tu concentración? No pretendÃa que fuera asÃ. Continúa, por favor. Creo que estabas diciendo algo sobre
«mejores intenciones».
Brett no puede decir una sola palabra.
JULES: ¿Qué ocurre? Oh, ya habÃas terminado de todos modos, ¿verdad? Bien, deja que te conteste. ¿Quieres describirme el aspecto que tiene Marsellus Wallace?
Brett sigue sin poder hablar.
Jules toma la mesa y la vuelca salvajemente, eliminando la única barrera que habÃa entre él y Brett. Ahora, Brett está sentado
* En el montaje definitivo, Jules dispara un solo tiro, que deja a Roger tendido en el sofá.
30
en una silla solitaria, delante de Jules, como un detenido polÃtico
delante de su interrogador.
JULES: ¿De qué paÃs eres?
BRETT (petrificado) : ¿Qué?
.
JULES: ¡No conozco ningún paÃs llamado «Qué»! ¿Hablan
inglés en «Qué»?
BRETT (al borde de un ataque al corazón) : ¿Qué?
.
JULES: ¿Sabes hablar jodido inglés?
BRETT: SÃ.
JULES: Entonces, ¿comprendes lo que digo?
BRETT: SÃ.
JULES: Bien. Ahora descrÃbeme qué aspecto tiene Marsellus
Wallace.
BRETT (impulsado por el miedo) : ¿Qué?
.
Jules toma la 45 y aprieta con fuerza el cañón del arma contra
la mejilla de Brett.
JULES: ¡Vuelve a decir otro «Qué»! ¡Vamos, di otro «Qué»!
Te desafÃo, te desafÃo dos veces, cabrón.
Brett parece lamentarlo.
JULES: Y ahora descrÃbeme qué aspecto tiene Marsellus Wallace.
Brett hace lo que puede.
BRETT: Bueno, es..., es... negro...
JULES: ¡Continúa!
BRETT: ...y es..., es... alto...
JULES: ¿Te parece que tiene aspecto de zorra?
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BRETT (sin pensárselo) : ¿Qué?
.
Jules se vuelve a mirar a Vincent, que se encoge de hombros.
Jules gira los ojos y le dispara a Brett en el hombro.
Brett grita y sufre un espasmo de temblor en la silla.
JULES: ¿Te parece que tiene aspecto de zorra?
BRETT (angustiado) : No.
.
JULES: Entonces, ¿por qué intentasteis joderle como si fuera
una zorra?
BRETT (con movimientos espasmódicos) : No lo hicimos.
.
Ahora con un tono de voz más bajo,
JULES: SÃ, sà que lo hicisteis, Brett. Intentasteis joderle. ¿Has
leÃdo alguna vez la Biblia, Brett?
BRETT (con espasmos de dolor) : SÃ.
.
JULES: Hay un pasaje que he memorizado y que parece
apropiado para esta situación. Es de Ezequiel, veinticinco,
diecisiete, y dice: «El camino del justo se ve asediado por
todas partes por las iniquidades del egoÃsmo y la tiranÃa
de los hombres malos. Bendito sea aquel que, en nombre de la caridad y de la buena voluntad, pastorea a los
débiles a través del valle de la oscuridad, pues él es el
verdadero protector de su hermano, el que encuentra a
los niños perdidos. Y yo actuaré con terribles venganzas
y furiosos escarmientos contra aquellos que intenten envenenar y destruir a mis hermanos. Y sabréis que yo soy
Yahveh cuando os aplique mi venganza».
A continuación, los dos hombres vacÃan sus armas al mismo
tiempo sobre el sentado Brett.
Una vez que han terminado, el cuerpo lleno de plomo permanece sentado en la silla por un momento.
Luego se desploma.
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Todo queda en silencio.
El único sonido es el de Marvin, que murmura en un rincón.*
MARVIN: Maldita sea..., maldita sea... Eso ha sido..., maldita
sea, a sangre frÃa.
VINCENT (señalando a Marvin) : ¿Es amigo tuyo?
.
JULES: SÃ. Marvin, este es Vincent. Vincent, ese es Marvin.
VINCENT: Dile que cierre el pico. Me pone los nervios de
punta.
JULES: Marvin, yo en tu lugar harÃa lo que él dice.
Entonces, de repente, se abre de golpe la puerta del cuarto de
baño y un cuarto hombre (tan joven como los demás) se lanza
hacia afuera con una Magnum plateada en la mano.
Parece como si un médium se hubiera apoderado de él.
CUARTO HOMBRE:
muere!
¡Muere...,
muere...,
muere...,
muere...,
El cuarto hombre hace seis resonantes disparos con el arma que
sostiene en la mano, en dirección a Vincent y Jules. Lanza un
grito manÃaco de venganza hasta que se le acaban las balas.
Luego... su rostro cambia por completo y pasa de expresar «La
venganza es mÃa» a una expresión de: «¿Qué demonios es esto?».
CUARTO HOMBRE: No comprendo...
El cuarto hombre sale volando, fuera del encuadre, a causa de
las balas que lo hacen pedazos.
El encuadre queda vacÃo.
LA ESCENA SE FUNDE EN NEGRO
Sobre el negro, aparece un tÃtulo:
* El montaje definitivo es distinto: el tiroteo termina en un fundido en rojo
que da paso al tÃtulo de la primera historia («Vincent Vega y la esposa de Marsellus Wallace»). El resto de la escena aparece bajo otro punto de vista al inicio
de la tercera historia.
33
VINCENT VEGA Y LA
ESPOSA DE MARSELLUS WALLACE
FUNDIDO A:
9. PLANO MEDIO - BUTCH COOLIDGE
La pantalla se ilumina sobre Butch Coolidge, un luchador blanco de 26 años de edad. Butch está sentado ante una mesa, y lleva
una chaqueta deportiva de escuela superior, de color rojo y azul.
Hablando con él, fuera de la pantalla, está el jefe de todos, MARSELLUS W ALLACE . El hombre negro habla como si fuera una
mezcla entre un gángster y un rey.
MARSELLUS (voz).: Creo que, cuando toda esta mierda haya
terminado, vas a descubrir que eres un sonriente hijo de
puta. La cuestión, Butch, es que ahora mismo tienes capacidad. Pero, por doloroso que sea, la capacidad no durará siempre. Esto es un jodido hecho de la vida, pero es
un hecho de la vida sobre el que tu trasero tiene que ser
realista. Este negocio está rebosante de hijos de puta
poco realistas, convencidos de que su trasero puede envejecer como el vino. Además, aunque consiguieras recorrer
todo el camino, ¿qué serÃas? Campeón del mundo de los
pesos pluma. ¿Y a quién le importa eso una mierda?
Dudo mucho que pudieras conseguir una tarjeta de crédito con eso.
Una mano deja sobre la mesa un sobre lleno de dinero, delante
de Butch. Butch lo recoge.
MARSELLUS (voz).: Bien, la noche de la pelea es posible que
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notes un ligero aguijonazo. Eso es el jodido orgullo. ¡Que
se joda el orgullo! El orgullo no hace más que daño, nunca ayuda. Lucha contra eso. Porque dentro de un año,
cuando te lo estés pasando de puta madre en el Caribe, te
estarás diciendo: «Marsellus Wallace tenÃa razón».
BUTCH: No tengo problemas con eso.
MARSELLUS (voz).: Recuerda que te derrumbas en el quinto
asalto.
Butch asiente con un gesto de la cabeza: «Sû.
MARSELLUS (voz) : ¡Dilo tú mismo!
.
BUTCH: Me derrumbo en el quinto asalto.
CORTE A:
10. INTERIOR. COCHE (en movimiento) – DE DÃA
Vincent Vega ofrece un aspecto realmente frÃo al volante del
Chevy Malibu descapotable de 1964, de color rojo cereza. De
la radio del coche surge música kabilly. El fondo de la escena
está lleno de colorido y dinamismo.
11. EXTERIOR. LOCAL DE SALLY LEROY’S – DE DÃA.*
El Sally LeRoy’s es un gran bar de topless, en la zona del aeropuerto de Los Angeles, propiedad de Marsellus.
El Malibu clásico de Vincent entra en el aparcamiento casi vacÃo
y estaciona junto a un Honda Civic blanco.
Vince llama a la puerta. La entrada principal se abre, revelando
al tipo Dapper Dan del interior: DAVE EL INGLÉS. En realidad,
Dave no es inglés, sino un joven negro de Baldwin Park que ha dirigido unos pocos clubes para Marsellus, incluido el Sally
LeRoy’s.
* Las escenas 11 y 12 están tratadas de otra forma en el filme.
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DAVE EL INGLÉS: Vincent Vega, nuestro hombre en Amsterdam. Vamos, entra.
Vincent entra. Lleva el maletÃn negro de la escena entre Vincent
y Jules. Dave el Inglés nos cierra la puerta en las narices.
12. INTERIOR. EN EL SALLY LEROY’S – DE DÃA
El espacioso club está vacÃo a estas horas del dÃa. Dave el Inglés
cruza el local hacia el bar, seguido por Vince.
VINCENT: ¿Dónde está el gran jefe?
DAVE EL INGLÉS: AllÃ, terminando algún negocio.
Vincent se vuelve. En ese momento Butch estrecha la mano de
una figura corpulenta que nos vuelve la espalda. La figura corpulenta es la del infame Marsellus, al que todavÃa no hemos visto.
DAVE EL INGLÉS (voz).: Espera un momento y en cuanto
veas que el blanco se marcha, acércate. ¿Quieres que te
prepare un expreso mientras tanto?
VINCENT: Me apetecerÃa más bien una taza de café al viejo
estilo americano.
DAVE EL INGLÉS: Marchando. He oÃdo decir que te vas a
encargar de Mia a partir de mañana.
VINCENT: A petición de Marsellus.
DAVE EL INGLÉS: ¿Conoces a Mia?
VINCENT: TodavÃa no.
Dave el Inglés sonrÃe para sus adentros.
VINCENT: ¿Qué te parece tan divertido?
DAVE EL INGLÉS: Absolutamente nada.
VINCENT: Mira, no soy ningún idiota. Ella es la jodida esposa del jefe. Me voy a sentar ante una mesa, masticaré
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mi comida, mantendré la boca cerrada, me reiré con sus
chistes y esto es todo lo que voy a hacer.
Dave el Inglés coloca el café delante de Vincent.
DAVE EL INGLÉS: Me llamo Paul, y esto es entre nosotros.
Butch se acerca al bar y se instala ante la barra, junto a Vincent, que se toma su «café al viejo estilo americano».
B UTCH (dirigiéndose a Dave el Inglés) : ¿Puedes darme un paquete de Red Apples?
.
DAVE EL INGLÉS: ¿Con filtro?
BUTCH: No.
Mientras Butch espera el tabaco, Vincent se limita a tomar el
café a sorbos y a mirarle. Butch vuelve la cabeza hacia él.
BUTCH: ¿Miras algo, amigo?
VINCENT: Yo no soy tu amigo, estúpido camorrista.
Butch se vuelve lentamente hacia Vincent.
BUTCH: ¿Qué has dicho?
VINCENT: ¿Estás sonado? Creo que me has oÃdo muy bien.
Butch hace girar el cuerpo hacia Vincent cuando...
MARSELLUS (voz).: Vincent Vega ya está aquÃ. Vamos, ven
para acá.
Vincent se aleja fuera de encuadre, sin dirigir una sola mirada
más a Butch. Nos quedamos con la imagen de Butch, que se
queda a solas en el encuadre, con el aspecto de alguien que se dispone a entrar en el negocio de enseñar buena educación.
A espaldas de Butch, Vincent abraza y besa a la oscura silueta
que es Marsellus.
Butch toma la sabia decisión de que si aquel asno es amigo de
Marsellus, será mejor pasar el incidente por alto... temporalmente.
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DAVE EL INGLÉS (voz).: Un paquete de Red Apples. Es un
dólar cuarenta.
Butch es repentinamente arrancado de sus pensamientos de venganza. Le paga a Dave el Inglés y sale fuera del encuadre.
FUNDIDO A:
13. INTERIOR. CASA DE LANCE (cocina) – DE NOCHE
Primer plano de JODY, una mujer a la que le parecen gustar
mucho los pendientes. Tiene las dos orejas perforadas cinco veces
cada una. También lleva anillos en el labio, las cejas y la nariz.
JODY: Te lo prestaré. Es un buen libro sobre cómo perforar
el cuerpo.
Jody, Vincent y una mujer joven llamada TRUDI se encuentran
sentados ante una mesa de cocina, en una casa de los suburbios,
en Echo Park. Aunque Vince está sentado a la misma mesa,
no queda incluido en la conversación.
TRUDI: ¿Sabes cómo utilizan esa perforadora cuando te
perforan las orejas? No la emplean para los pezones, ¿verdad?
JODY: OlvÃdate de esa perforadora. Va en contra de la idea
que hay tras la perforación. Todas las perforaciones que
tengo en el cuerpo, dieciséis en total, me las han hecho
con una aguja. Cinco en cada oreja. Una a través del pezón de la teta izquierda. Una a través de la ventana derecha de la nariz. Una a través de la ceja izquierda. Otra a
través del labio. Otra en el clÃtoris. Y llevo una chincheta
en la lengua.
Vincent dejaba que esta conversación le entrara por un oÃdo y la
saliera por el otro, hasta este último comentario.
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VINCENT (interrumpiendo).: Disculpa, siento interrumpir, pero
tengo curiosidad. ¿Por qué llevas una chincheta en la lengua?
Jody lo mira y contesta, como si fuera la cosa más natural del
mundo.
JODY: Es una cuestión sexual. Ayuda a practicar la felación.
Esa idea nunca se le habÃa ocurrido a Vincent, pero no puede
negar que tiene cierto sentido. Jody continúa hablando con Trudi, dejando que Vincent reflexione sobre lo que acaba de oÃr.
LANCE (voz).: ¡Vince, ya puedes entrar!
14. INTERIOR. DORMITORIO DE LANCE – DE NOCHE
Lance, un joven de poco menos de 30 años, ofrece un aspecto
salvaje y desorganizado, que se corresponde con su personalidad
igualmente salvaje y desorganizada. Lance lleva toda su vida de
adulto dedicado a vender drogas. Nunca ha tenido un trabajo regular, ni ha presentado una declaración de impuestos, y tampoco ha
sido detenido nunca. Lleva una camisa de franela roja sobre una
camiseta de «Speed Racer».
En la cama de Lance hay tres bolsitas de heroÃna.
Lance y Vincent se quedan parados, a los pies de la cama.
LANCE: Esto es Panda. Procede de México. Muy buena
mierda. Esta otra es Bava, algo diferente, pero también de
buena calidad. Y esto es Choco, de las montañas Hartz,
en Alemania. Las dos primeras cuestan lo mismo, cuarenta y cinco la onza, precio para los amigos. Pero esta
otra... (Señala la bolsa de Choco.) ... esta otra es un poco
más cara. Cuesta cincuenta y cinco. Pero cuando te la inyectas te das cuenta en seguida de por qué has pagado
ese dinero extra. Aunque no hay nada de malo con las
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dos primeras. Es una mierda muy buena, pero esta otra
es jodidamente enloquecedora.
VINCENT: Recuerda que acabo de regresar de Amsterdam.
LANCE: ¿Me tomas por un negro de mierda? ¿Estás en Inglewood? No. Estás en mi casa. Los blancos que conocen
la diferencia entre la buena y la mala mierda vienen a
esta casa. La mÃa serÃa capaz de superar las pruebas ciegas
de sabor de la Pepsi con cualquier mierda de Amsterdam
en cualquier jodido dÃa de la semana.
VINCENT: Esa afirmación es demasiado atrevida.
LANCE: Esto no es Amsterdam, Vince. Esto es un mercado.
La coca está tan muerta como la música disco. La heroÃna vuelve por sus fueros, y a lo grande. Es esa nueva
moda retro de los años setenta. Cascabeles y heroÃna, tan
ardientes como el infierno.
Vincent saca un rollo de billetes capaz de atragantar a un caballo.
VINCENT: Dame por valor de trescientos de la enloquecedora. Si es tan buena como dices, volveré a por mil más.
LANCE: Espero que para entonces me quede todavÃa. ¿Qué
te parece Trudi? No tiene amigo. ¿Quieres quedarte un
rato por aquà antes de picarte?
VINCENT: ¿Quién es Trudi? ¿La que lleva toda esa mierda
en la cara?
LANCE: No, esa es Jody. Es mi mujer.
Vincent y Lance se echan a reÃr ante el faux pas.
VINCENT: Tengo que ir a alguna parte. Un compromiso para
cenar. ¿Está claro el panorama?
LANCE: No problemo.*
Vincent saca su caja de utensilios para picarse.
* Sic, en el original.
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VINCENT: No te importará que me pique aquÃ, ¿verdad?
LANCE: Mi casa, su casa.*
VINCENT: Mucho gracias.*
Vincent saca los utensilios de la caja y se pica mientras los dos
siguen hablando.
LANCE: ¿Tienes todavÃa el Malibu?
VINCENT: ¿Sabes lo que le hizo el otro dÃa algún jodido
hijo de puta?
LANCE: ¿Qué le hizo?
VINCENT: Lo rayaron con una llave.
LANCE: Oh, eso es una guarrada.
VINCENT: DÃmelo a mÃ. Tuve guardado el maldito trasto
durante tres años. Hace apenas cinco dÃas que lo he sacado, sólo cinco dÃas, y algún estúpido de mierda me lo jode.
LANCE: DeberÃan matarlos a todos. Nada de juicios ni jurados; directamente al paredón.
Mientras se inyecta la heroÃna...
VINCENT: Sólo quisiera pescarlos mientras lo hacen, ¿sabes?
Ah, darÃa cualquier cosa por pescarlos mientras lo hacen.
ValdrÃa la pena si sólo pudiera pescarlos. ¿Comprendes lo
que quiero decir?
LANCE: Es una mierda de gallina. No se fastidia asà el vehÃculo de otro hombre.
Plano: la aguja.
Plano: sangre.
La sangre aparece en la jeringuilla, mezclándose con la heroÃna.
Plano del pulgar de Vincent apretando el émbolo de la jeringuilla hacia abajo.
* Sic, en el original.
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CORTE A:
15. EXTERIOR. CASA DE MARSELLUS WALLACE – DE NOCHE
Vincent sube por el camino de entrada de coches que conduce
hasta la puerta principal de la casa de Marsellus Wallace. Al llegar
a ella, escucha música al otro lado; hay una nota a la vista pegada
con cinta sobre la puerta. Arranca la nota.
Plano de la nota.
«Hola, Vincent. Me estoy vistiendo. La puerta está abierta.
Entra y sÃrvete una copa.
MIA.»
Vincent dobla limpiamente la nota y se la mete en el bolsillo,
da un suspiro como quien quiere dar a entender que aquà no pasa
nada y hace girar el pomo de la puerta.
16. INTERIOR. CASA DE MARSELLUS WALLACE – DE NOCHE
En el momento en que Vincent entra, la música que sonaba detrás de la puerta aumenta bruscamente. Vincent, con las manos
metidas en los bolsillos, deambula por el interior, curioseando la
casa de su jefe.
VINCENT (gritando).: ¡Hola! ¡Estoy aquÃ!
Se oye una puerta que se abre. Vincent se vuelve en esa dirección.
17. INTERIOR. SALA DE TOCADOR – DE NOCHE
Estamos dentro de la habitación donde suena la música. En el
fondo está MIA WALLACE, desnuda, de espaldas a nosotros, hablando con Vincent a través de una rendija de la puerta entorna42
da. La puerta protege la parte delantera del cuerpo de Mia de las
miradas de Vincent. *
MIA: ¿Vincent Vega?
VINCENT: Soy Vincent. ¿Tú eres Mia?
MIA: Soy yo. Encantada de conocerte. TodavÃa me estoy
vistiendo. El bar está a la izquierda, después de la cocina.
Prepárate una copa, acomódate en el salón y estaré contigo en menos que canta un gallo.
VINCENT: Tómate tu tiempo.
Mia cierra la puerta. Antes de que pueda darse la vuelta y
mostrarnos plenamente el rostro...
CORTE A:
DE REGRESO A VINCENT.
De pie donde estaba, mientras suena la música, contemplando
la puerta cerrada. Se efectúa un zoom lento hacia la puerta.
Después, otro zoom lento desde un plano medio hasta un primer plano de Vincent, que parece imaginar lo que hay al otro lado
de la puerta. Cuando se alcanza el primer plano, se aleja y sale
del encuadre, rompiendo el hechizo.
Vincent se acerca al bar y se sirve una copa.
Yuxtaponemos, mientras sigue sonando la música.
La selección del vestido de Mia, sacado del armario.
Vincent, con la copa en la mano, se dirige al salón.
Mia, con la espalda vuelta hacia la cámara, se pone su bonito
vestido y se contempla en el espejo. La cámara avanza hacia ella.
Su rostro se mantiene todavÃa a oscuras.
* En el montaje definitivo, Mia, a quien tampoco se le ve la cara, observa a
Vincent por un circuito cerrado de televisión. Toda esta escena es más corta y
con distinto tratamiento.
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Primer plano: retrato de Mia
que cuelga en la pared del salón, y que la muestra reclinada
sensualmente sobre un sofá.
Plano alto y angulado de Vincent
que contempla el retrato.
Primer plano de Mia cortando una larga lÃnea de coca sobre la
mesa de tocador con una tarjeta de crédito.
Vincent toma asiento en un cómodo y elegante sofá.
Primer plano: la nariz de Mia
que esnifa la lÃnea de coca con un billete enrollado de un dólar.
Vincent en el sofá, con la copa en la mano. La canción deja de
sonar bruscamente.
Primer plano: se abre el CD
Aparece la mano de Mia y saca el CD.
La cámara sigue tras los pies desnudos de Mia, que sale del tocador, cruza el comedor, pasa por la cocina y entra en el salón de
estar.
Toma a través de una videocámara.
Mia tiene una videocámara y está fumando a Vincent sentado
en el sofá. El levanta la mirada y la ve.
MIA (voz).: SonrÃe, estás en la cámara de Mia.
VINCENT: ¿Lista para salir?
MIA (voz).: TodavÃa no. Antes voy a entrevistarte. ¿Eres
pariente de Suzanne Vega?
VINCENT: SÃ, es prima mÃa.
MIA (voz).: Suzanne Vega, la cantante de folk, ¿es prima
tuya?
VINCENT: Suzanne Vega es prima mÃa. Si se ha hecho
cantante de folk, te puedo asegurar que no tenÃa ni la
menor idea. Pero es que últimamente no he pasado
muchos dÃas de Acción de Gracias en casa.
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MIA (voz).: Ahora voy a hacerte un montón de preguntas
rápidas que he preparado y que me indicarán más o
menos con qué clase de persona voy a salir a cenar.
Tengo la teorÃa de que, cuando se trata de cuestiones
importantes, una persona sólo puede contestar de dos
maneras. Por ejemplo, hay dos clases de personas en
este mundo, los de Elvis y los de los Beatles. A la gente Beatles le puede gustar Elvis. Y a la gente Elvis le
puede gustar los Beatles. Pero a nadie le gustan los dos
por igual. En algún momento, hay que elegir. Y esa
elección me indica quién eres.
VINCENT: PodrÃa resumÃrtelo.
MIA (voz).: Sé que podrÃas. Primera pregunta, ¿Brady
Bunch o la familia Partridge?
VINCENT: Siempre la familia Partridge; no hay comparación posible.
MIA (voz).: En Hombre rico, hombre pobre, ¿quién te gustó
más, Peter Strauss o Nick Nolte?
VINCENT: Nick Nolte, por supuesto.
MIA (voz).: ¿Eres un hombre Embrujada o «Jeannie»?*
VINCENT: Siempre Embrujada, aunque me pregunto cómo
es posible que Jeannie llamara «amo» a Larry Hagman.
MIA (voz).: Si fueras «Archie», ¿a quién te tirarÃas primero,
a Betty o a Verónica?
VINCENT: A Betty. Nunca comprendà el atractivo de Verónica.
MIA (voz).: ¿Has fantaseado alguna vez con ser golpeado
por una mujer?
* Todas las referencias son a series de televisión o protagonistas de ellas.
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VINCENT: Desde luego.
MIA (voz).: ¿Por quién?
VINCENT: Por Emma Peel, de Los Vengadores, aquella dura
mujer que estaba colgada de la Enciclopedia Brown. Y
por Arlene Motika.
MIA (voz).: ¿Quién es Arlene Motika?
VINCENT: Una chica del sexto grado. No la conoces.
Primer plano de Mia al descender la cámara de vÃdeo sobre su
rostro, que ahora vemos plenamente por primera vez. Obtenemos una idea bastante acertada de por qué Marsellus siente
como siente. Ella hace aparecer en su rostro una sonrisa deslumbrante.
MIA: Terminado. Ya podemos salir a cenar.
18. EXTERIOR. LOCAL DE JACKRABBIT SLIM’S –
DE NOCHE
En los últimos seis años han surgido en Los Angeles numerosos
restaurantes que imitan la decoración de los años cincuenta y que
han hecho buena competencia a los restaurantes Thai, todos los
cuales son básicamente iguales. Decoración que parece sacada de un
comic de «Archie», con los dorados y viejos tiempos emanando continuamente de un antiguo Wurlitzer, jugosas camareras con calcetines cortos, menus con ofertas como la hamburguesa de queso Fats
Domino, o la tortilla Lobo Jack, y precios excesivamente caros que
pagar por toda esta mierda.
Pero ahà está el Jackrabbit Slim’s, el gran restaurante de los años
cincuenta, que es el mejor o el peor, dependiendo del punto de vista de cada uno.
El Malibu de Vincent se acerca al restaurante. Un gran cartel,
con una caricatura en neón de un gran conejo de aspecto frÃamente
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hosco sobre un limpiaparabrisas rojo, se yergue sobre el establecimiento. Por debajo de la caricatura aparece el nombre: Jackrabbit
Slim’s. Más abajo aún aparece el eslogan: «Lo mejor después de la
máquina del tiempo».*
19. INTERIOR. LOCAL JACKRABBIT SLIM’S – DE NOCHE
Comparado con el interior, el exterior era como el de un pintoresco pub inglés. Las pareces aparecen cubiertas con carteles de
pelÃculas destacadas de los años cincuenta (Rock all Night, High
School Confidential, Attack of the Crab Monster y Machine Gun
Kelly). Los reservados donde se sientan los clientes están hechos
con las carrocerÃas de coches de los años cincuenta.
En medio del restaurante hay una pista de baile. Un gran cartel
que se ve en la pared, dice: «No se permiten zapatos». Asà pues,
los bailarines que se mueven espasmódicamente (en realidad, tipos
Melrose), bailan con calcetines o con los pies desnudos.
Las ventanas panorámicas no dan a la calle; en lugar de eso,
por detrás de ellas se proyectan escenas callejeras de pelÃculas en
blanco y negro de los años cincuenta. Las camareras y los camareros son réplicas de personajes cinematográficos de los años cincuenta: Marilyn Monroe, El Zorro, James Dean, Donna Reed, Martin y Lewis y el botones del Philip Morris, que esperan ante las
mesas, con trajes apropiados.
Vincent y Mia estudian el menú en un reservado que reproduce
un Edsel rojo del 59. BUDDY HOLLY (su camarero), se les acerca,
mostrando una gran chapa sobre el pecho que dice: «Hola. Soy
Buddy. Agradarle a usted me agrada a mû.
BUDDY: Hola. Soy Buddy. ¿Qué puedo servirles?
VINCENT: Tornaré el filete Douglas Sirk.
* En el montaje definitivo hay un breve diálogo entre Vincent y Mia: él expresa sus reservas a cenar allÃ.
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BUDDY: ¿Cómo lo quiere, quemado como el carbón o tan
sangrante como el infierno?
VINCENT: Sangrante como el infierno. Y para beber, una
coca de vainilla.
VUDDY: ¿Y usted, Peggy Sue?
MIA: Yo tomaré la hamburguesa Durwood Kirby..., sangrante, y un batido de cinco dólares.
BUDDY: ¿Cómo quiere el batido, de Martin y Lewis, o de
Amos y Andy?
MIA: Martin y Lewis.
VINCENT: ¿Acabas de pedir un batido de cinco dólares?
MIA: Desde luego.
VINCENT: ¿Un batido? ¿Con leche y helado?
MIA: Ajá.
VINCENT: ¿Y cuesta cinco dólares?
BUDDY: Asà es.
VINCENT: ¿No le ponen bourbon ni nada de eso?
BUDDY: No.
VINCENT: Sólo querÃa comprobarlo.
Buddy se marcha.
Vincent echa un vistazo al local. Los yuppies bailan, los que
cenan se dedican a hincarle el diente a grandes y jugosas hamburguesas, y los personajes representan sus papeles. Marilyn
lanza gritos agudos, el botones vocea: «Philip Morris», Donna
Reed hace beber la leche a sus clientes, y Dean y Jerry actúan
cómicamente.
MIA: ¿Qué te parece?
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VINCENT: Es como un museo de cera con el pulso acelerado.
Vincent saca una bolsa de tabaco y empieza a liarse un cigarrillo.
Después de observarle durante un momento...
MIA: ¿Qué haces?
VINCENT: Liando un cigarrillo
MIA: ¿Aqu�
VINCENT: Sólo es tabaco.
MIA: Oh. Bueno, en ese caso, ¿me puedes liar uno a mÃ
también, vaquero?
Cuando él termina de liarlo...
VINCENT: Torna, puedes fumarte éste, vaquera.
Le tiende el cigarrillo que acaba de liar. Ella lo toma y se lo coloca entre los labios. Como surgido de la nada, en la mano de
Vincent aparece un encendedor Zippo. Lo hace funcionar.
MIA: Gracias.
VINCENT: No hay de qué.
Empieza a liar otro cigarrillo para sà mismo.
En ese momento, el sonido de un vagón de metro llena el restaurante, haciendo que todo se estremezca y tintinee. Marilyn
Monroe echa a correr hacia una rejilla de ventilación situada en
el suelo. Un imaginario vagón de metro hace volar la falda de
su vestido blanco, que le levanta hasta las orejas, mientras ella
emite pequeños gritos. Todo el restaurante aplaude.
De regreso a Mia y Vincent...
MIA: Marsellus dijo que acababas de regresar de Amsterdam.
VINCENT: Desde luego. OÃ decir que habÃas hecho un programa piloto.
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MIA: Esos fueron mis quince minutos en la pantalla.
VINCENT: ¿De qué se trataba?
MIA: Era sobre un equipo de agentes secretos femeninos
llamados «Fuerza Bella Cinco».
VINCENT: ¿Qué?
MIA: «Fuerza Bella Cinco». Bella como si se tratara de un
grupo de hermosas zorritas. Fuerza, como si fuéramos
un equipo con el que habÃa que contar. Y cinco, como si
fuésemos uno, dos, tres, cuatro y cinco de nosotras. HabÃa una rubia que era la jefa de las cinco, Sommerset
O’Neal, de ese programa titulado Baton Rouge. Una era
japonesa, otra era negra, una francesa y otra morena, que
era yo. Todas tenÃamos habilidades especiales. Sommerset
tenÃa una memoria fotográfica; la japonesa era una maestra de kung fu, la negra era una experta en demoliciones,
la especialidad de la francesa era el sexo...
VINCENT: ¿Y cuál era tu especialidad?
MIA: Los cuchillos. El personaje que yo representaba, Raven McCoy, tenÃa un historial según el cual habÃa sido
educada por artistas de circo, asà que se acostumbró a intervenir en un espectáculo con cuchillos. Según el programa, era la mujer más mortÃfera del mundo en el manejo del cuchillo. Pero como se habÃa criado en un circo,
también era una especie de acróbata. Era capaz de hacer
ilusionismo, era una artista del trapecio... Cuando una se
dedica a proteger del mal al mundo, nunca se sabe cuándo te va a servir el hecho de que seas una trapecista.
Además, sabÃa innumerables chistes que le habÃa enseñado su abuelo, un viejo presentador de revista. Si hubiéramos sido escogidas para continuar la serie, habrÃan buscado una fórmula para que yo contara un viejo chiste en
cada episodio.
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VINCENT: ¿Recuerdas alguno de esos chistes?
MIA: Bueno, sólo tuve la oportunidad de contar uno, porque sólo hicimos un programa.
VINCENT: Cuéntamelo.
MIA: No. Es realmente malo.
VINCENT: Vamos, no te hagas de rogar.
MIA: No. No te gustarÃa y yo me sentirÃa cortada.
VINCENT: ¿Lo contaste delante de cincuenta millones de
telespectadores, y no me lo puedes contar a m� Te prometo que no me reiré.
MIA (echándose a reÃr).: Eso es lo que me temo.
VINCENT: No me referÃa a eso, tú lo sabes.
MIA: Eres como el diablo de lengua plateada, ¿verdad?
VINCENT: QuerÃa decir que no me reirÃa de ti.
MIA: No fue eso lo que dijiste, Vince. De todos modos,
ahora ya no te lo voy a contar, porque ya le hemos dado
demasiadas vueltas.
VINCENT: Me siento estafado.
Buddy regresa con las bebidas. Mia rodea con sus labios la paja
que sobresale del batido.
MIA: ¡BuenÃsimo!
VINCENT: ¿Puedo tomar un sorbo de eso? Me gustarÃa saber qué sabor tiene un batido de cinco dólares.
MIA: SÃrvete.
Ella desliza el batido hacia él.
MIA: Puedes utilizar mi paja. No tengo ladillas.
Vincent sonrÃe.
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VINCENT: Pero es posible que yo sÃ.
MIA: Puedo ocuparme de las ladillas.
Él toma un sorbo.
VINCENT: ¡Maldición! ¡Es un batido de leche puñeteramente bueno!
MIA: Ya te lo dije.
VINCENT: No sé si vale cinco dólares, pero desde luego está
buenÃsimo.
Desliza el batido hada ella.
Se produce entonces el primero de una serie de silencios incómodos.
MIA: ¿No te fastidia esto?
VINCENT: ¿El qué?
MIA: Los silencios incómodos. ¿Por qué nos parece necesario hablar sobre cualquier cosa para sentirnos cómodos?
VINCENT: No lo sé.
MIA: Es entonces cuando se sabe que se ha encontrado a
alguien especial. Cuando se es capaz de mantener el hocico cerrado durante un rato y compartir cómodamente
un momento de silencio.
VINCENT: No creo que hayamos llegado todavÃa a eso. Pero
no te preocupes, sólo nos acabamos de conocer.
MIA: Bueno, ¿sabes lo que te digo? Que voy al cuarto de
baño a empolvarme la nariz, mientras tú te quedas aquÃ
sentado, pensando en algo que decir.
VINCENT: Asà lo haré.
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20. INTERIOR. TOCADOR DEL JACKRABBIT SLIM’S –
DE NOCHE
Mia se empolva la nariz esnifando una gran lÃnea de coca extendida sobre el lavabo. Echa la cabeza hacia atrás a causa de la
reacción.
MIA (imitando al Lobo Solitario) : ¡He dicho maldita sea!
.
21. INTERIOR. LOCAL DE JACKRABBIT SLIM’S – DE NOCHE
Vincent empieza a comer su filete Douglas Sirk. Mientras mastica, observa el infernal restaurante.
Mia regresa a la mesa.
MIA: ¿No te parece encantador irte al cuarto de baño para
regresar y encontrar la comida servida en la mesa?
VINCENT: Tenemos suerte de que nos la hayan servido.
Buddy Holly no tiene pinta de camarero. DeberÃamos
habernos sentado en la sección de Marilyn Monroe.
MIA: ¿En cuál de ellas? Porque hay dos Marilyn Monroe.
VINCENT: No, no las hay.
Señala hacia la Marilyn del vestido blanco que sirve una mesa
en ese momento.
VINCENT: Esa es Marilyn Monroe...
Luego, señala a una camarera rubia con un suéter ajustado y
pantalones capri, que anota el pedido de un puñado de forofos
del cine...
VINCENT: ... y esa es Mamie van Doren. No veo a Jayne
Mansfield, asà que hoy debe de tener su noche libre.
MIA: Muy listo.
VINCENT: Tengo mis momentos.
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